por Juan Garcia Ferrer

29 de Abril de 2003
 

Primero que nada, buenas noches a todos decir que el tema a pesar de no ser extensamente conocido si existe mucha información son muchos puntos a tratar y no voy a tener tiempo de todo así que me he ceñido a 4 punto principales Cuando nace un bebé, lo hace con la capacidad de producir sonidos, esto es gracias a que dispone de unos órganos que hacen posible la fonación. Aunque el bebé podrá producir sonidos desde el primer momento de su nacimiento, otra cosa muy distinta es que pueda utilizar esa capacidad para expresar algo.

 

Para utilizar efectivamente ese potencial tendrá que aprender a producir ciertos sonidos que son nuevos para él y también asociar significados a palabras y frases, y aún así no se puede garantizar que dicho bebé será un magnífico orador cuando se convierta en un adulto. Por analogía en visión remota sucede lo mismo, todos nacemos con la capacidad de percibir psíquicamente cualquier información, pero para hacerlo de forma efectiva y poder usar dicha capacidad tendremos que aprender a utilizarla. Una vez aprendida la técnica existe indudablemente una tercera variable que determinará los límites del visualizador, esta variable es el potencial innato con el que el visualizador nace, este factor crea la diferencia entre un buen visualizador y un visualizador excepcional.

Es como aprender a tocar un instrumento, o aprender un idioma, es cuestión de práctica, todos podemos hacerlo, no todos podemos tocar el piano como Richard Clayderman, pero si se practica lo suficiente podremos tocar bonitas melodías con un nivel de ejecución e interpretación más que aceptables, de igual forma, tampoco todo el mundo conseguirá ser un visualizador remoto excepcional pero con la práctica podrá ser un buen visualizador remoto.

Por ello distingo 3 aspectos

1. La facilidad innata para percibir psíquicamente la información.
2. La capacidad de aprendizaje.
3. La práctica de lo aprendido. Cuanto más se práctica, mejores resultados se obtienen.

Cuando hablamos de visión remota no nos referimos a una subcategoría de los fenómenos psi-gamma, sino a una serie de estructuras y protocolos estandarizados que convierten la experiencia de visualizar de forma remota en un fenómeno repetible y fácil de aprender. El fenómeno psi-gamma asociado a esta técnica es la PES (percepción extrasensorial). Por lo que podríamos también decir que VR es la herramienta o técnica que facilita y optimiza el uso de la PES.

DEFINICIÓN
Visión Remota es una habilidad aprendida para obtener información sobre cosas, personas y situaciones (objetivos) distantes en el tiempo y en el espacio. Para realizar una sesión de visión remota se necesita rotulador negro de punta de bola de acero, folios en blanco y por supuesto la mente del visualizador.

hasta aquí hemos visto más o menos lo que es ahora me gustaría distinguir distintos tipos de visión remota Bajo el nombre de visión remota se experimentaron, en su tiempo, 2 formas bastante diferenciadas para obtener información de forma psíquica CRV (Coordinate Remote Viewing) y ERV (Extended Remote Viewing).

ERV (Visión Remota Extendida) no es ni más ni menos que una especie de Experiencia Extracorporal (a modo de viaje astral). Esta técnica se utilizó muy poco porque en la fase de experimentación se concluyo que no es la forma adecuada para obtener información, se trata de un estado alterado de conciencia, durante la sesión el Visualizador Remoto no puede anotar la información que percibe, y cuando “regresa” a su estado de conciencia normal, no es capaz de recuperar todos los detalles de su experiencia, los resultados obtenidos fueron bastante peores de lo esperado y dejo de utilizarse en el sector militar tras intentar reiteradamente el experimento sin éxito.

CRV (Visión Remota por Coordenadas), recibe dicho nombre porque en un principio se utilizaba para que los visualizadores remotos describieran lo que había en determinadas coordenadas geográficas, dichas coordenadas eran la única información que el visualizador recibía justo antes de empezar la sesión, el objeto de estas sesiones era que el visualizador dibujara mapas de dicha localización, planos de edificios, una descripción completa del lugar, etc.

Visión Remota por Coordenadas” paso a llamarse “Visión Remota Controlada”, la diferencia fundamental consiste en que se conserva la nomenclatura de los 2 pares de números de 4 dígitos, algunos protocolos incluso admiten letras como dígitos validos, sólo que esos números no hacen referencia a una coordenadas, sino que se generan aleatoriamente y se asocian al objetivo, no es más que un número de referencia que no tiene significado alguno. CRV es el método más popular debido al alto nivel de información correcta obtenida durante el desarrollo y utilización de la técnica, y debido a que cualquiera puede aprenderlo, por consiguiente es la técnica que ha evolucionado hacia nuevos protocolos que aunque basados en los originales aportan una serie de mejoras (en otros casos simplemente son deformaciones de los protocolos originales). Así, tenemos que de la Visión Remota Controlada surgieron los distintos protocolos que actualmente se utilizan, el original CRV, TRV, SRV y ARV. Creo que merece una especial mención el protocolo que ha desarrollado la HRVG, es el protocolo que más se ha desviado del original, no tengo datos sobre su nivel de efectividad. WIRV mantiene el protocolo, y añade nuevas técnicas y herramientas enfocadas a aplicaciones concretas.

Cuando saltó a los medios de comunicación la noticia de que el gobierno americano usaba psíquicos para obtener información para las agencias de inteligencia militar, el gobierno, quiso poner tierra de por medio y terminar con la pesadilla mediante un informe final sobre el proyecto STAR GATE, en el cual se afirma que la Visión Remota no es útil como herramienta de recopilación de información. En contradicción a esto, existen otros fragmentos del expediente STAR GATE que permanecen clasificados todavía, según los desarrolladores de la técnica y los que participaron en el proyecto, las partes desclasificadas no son más que la punta del iceberg, los participantes en el proyecto confirman la fiabilidad de la técnica otorgando un 85% de información correcta en el 85% de las sesiones y hasta un 100% cuando se realizan los proyectos en grupo.

El informe final, sólo recoge a modo de sentencia, la información obtenida en unas pruebas bastante irregulares, sin tener en cuenta los resultados de las más de 1000 pruebas, realizadas con anterioridad, en entornos adecuados, con métodos de control y por personal cualificado. En mi opinión, resulta bastante ridículo pensar en testear una técnica cuando se ha estado utilizando por más de 20 años con éxito en más de 500 objetivos militares reales (sin contar los experimentos anteriores) y se han invertido más de 20 Millones de dólares USA, ¿que hay que demostrar a estas alturas? ¿Por qué se obvian estos datos?

Cada cual que saque su propia conclusión. Los datos utilizados para el informe final, además de ser parciales, se realizaron de forma irregular, excepto uno de los visualizadores remotos, el resto eran personas que no habían sido entrenadas ni habían trabajado en la unidad de visión remota de la CIA. ¿De donde salieron? ¿Quiénes eran? ¿Qué nivel de destreza en Visión Remota tenían? Se dice que una de las 2 mujeres que intervino en dichas pruebas era la amante del ministro de defensa que había en aquellos tiempos, esto aunque es un rumor parece ser que era cierto. No obstante hagamos un pequeño repaso a la historia y veamos en que me fundamento para decir todo esto.

- En 1972, un excelente visualizador remoto llamado Ingo Swan fue puesto a prueba por los físicos Puthoff y Targ en el SRI (Stanford Research Institute), Ingo era capaz de describir exactamente y con precisión los diseños de algunos prototipos de instrumentos de medición en el Laboratorio de Física de Stanford que se encontraba situado 6 plantas por debajo de donde se realizaban los experimentos.

La CIA invirtió dinero en el SRI para que siguieran con los experimentos y para que desarrollaran unas estructuras y protocolos. (Si invirtieron dinero fue porque los resultados fueron sobresalientes, esto es evidente). Cuando la metodología fue completada se demostró con éxito su fiabilidad en miles de pruebas realizadas en distintos laboratorios.

  • En 1978 con la ayuda del SRI, el INSCOM creó una pequeña unidad operativa de visión remota bajo el nombre de GRILL FLAME en Fort Meade. (¿Por que dan el paso de iniciar un operativo basado en visión remota si no ofrece fiabilidad? Lo mismo no se dieron cuenta de que fallaba mucho)
     

  • En 1985 el programa de investigación de la CIA fue transferido a Science Aplications Internacional Corporation (SAIC) ubicada en Palo Alto bajo la dirección del Físico Edwin May. Los programas del SAIC y del INSCOM continuaron independientes hasta 1986 cuando la DIA asumió el control de ambas investigaciones esta vez bajo la dirección del físico Dale Graff. En 1991 la DIA cambio el nombre del proyecto pasando a ser el famoso pero desconocido en cuanto a contenido y propósito, STAR GATE.
     

  • En 1995 las responsabilidades sobre STAR GATE fueron transferidas nuevamente a la CIA, esto cae por su propio peso, la CIA declaró públicamente que el programa había terminado y desclasificó porciones del mismo, y aquí comienza la controversia con motivo del famoso informe publicado sobre STAR GATE, sin embargo hoy en día siguen subcontratando servicios de visión remota a empresas externas.

Algunas de las personas que desarrollaron, participaron, estudiaron y supervisaron los proyectos y expedientes de visión remota fueron Ingo Swann (considerado el padre de la VR) Puthoff, Targ, Morehouse, McMoneagle, Paul Smith, Lyn Buchanan y Ed. Dames.

El Mayor (retirado) Ed. Dames fue entrenado por Ingo Swann y se convirtió en el entrenador más destacado. Ed. Dames participo en STAR GATE en 2 periodos y por un total de unos 5 años. A pesar de su corta experiencia (comparada con el resto de visualizadores) y su pronta jubilación, fue el primero en utilizar y enseñar la técnica en el ámbito civil en 1989, luego le siguieron el resto formando sus empresas de servicios de visión remota.

Todos ellos han venido demostrando desde 1989 con infinidad de proyectos que el informe sobre STAR GATE por parte de la CIA para nada se ajusta a la realidad. Comenzaron a adaptarse los protocolos a las nuevas necesidades del ámbito civil, surgiendo así las nuevas aplicaciones de la Visión Remota.

Las aplicaciones posibles de esta técnica son infinitas, puesto que es posible obtener información sobre cualquier persona, cosa y situación bien sea respecto al pasado, presente y futuro. Veamos algunas de ellas Soluciones a problemas complejos Encontrar la mejor solución para un negocio, planes de marketing, buscar mercados en los que el producto tendría aceptación, salud, o un problema personal.

Descubrir e investigar nuevas tecnologías (un ejemplo de esto es la forma en que GM usó la visión remota para desarrollar su actual tecnología GPS o Global Positioning Technology).

Encontrar personas desaparecidas. En el área médica también se utiliza para diagnosticar enfermedades y posibles curas. Pruebas mentales, que consiste en entrar en la mente de otra persona y conocer lo que esta pensando y sus intenciones, esto se utiliza más a nivel policial con delincuentes para poder determinar sus siguientes movimientos, etc.

Determinar el significado de los sueños, puesto que con esta herramienta se puede explorar el inconsciente. Situaciones optimas, se trata de un estudio sobre cual sería la situación óptima para una determinada persona, respecto a su plena realización, incluyendo todas las áreas del ser humano.

También se utiliza para explorar objetivos espirituales y paranormales. En los inicios del aprendizaje, es bastante común realizar sesiones sobre cosas como, Dios, Jesucristo, Budah, El más allá, los ángeles, etc … con el fin de expandir el nivel de percepción a todos los tipos de objetivos posibles.

El ultimo punto que trataré es a groso modo ... el funcionamiento. Hay objetivos más fáciles de visualizar que otros, el grado de dificultad estriba en el impacto que el objetivo tenga en el Inconsciente Colectivo. Un objetivo que no tenga importancia para nadie es más difícil de alcanzar que otro que tiene un gran impacto social, emocional, simbólico, etc. …

La base teórica que explica el funcionamiento de esta técnica se ha tomado de algunas teorías del conocido psicólogo y psiquiatra Carl Jung. Tan sólo diré que según el modelo de la mente propuesto por Jung, existen 4 funciones principales de la mente función física, función intelectual, función emocional y por ultimo intuición/instinto. La teoría es que mientras mantenemos el proceso consciente de las funciones intelectual, física y emocional enfocado en la correcta ejecución de las estructuras y protocolos, la última función, intuición/instinto, realiza la tarea de obtener la información desde el Matrix o Inconsciente Colectivo, dicha información se procesa de forma inconsciente, la tarea del visualizador consiste en transmitir dicha información al proceso consciente de la forma en que se indica en el protocolo escribiendo los datos, organizarlos en categorías, diciéndolos en voz alta, respetar las pautas dadas en cuanto a velocidad y cadencia, mantenerse en descriptores de bajo nivel, etc. …

Cuando la sesión de visión remota se ejecuta de forma adecuada se produce lo que en visión remota llamamos bilocación del foco de atención. Esto significa que el foco de atención consciente e inconsciente está dividido al 50%, entre el lugar remoto y el lugar donde estas físicamente realizando la sesión, es una sensación difícil de describir puesto que hasta ahora no existe ninguna otra experiencia similar con la que compararla.

Se ha especulado mucho sobre la naturaleza del fenómeno, y parece que cuando hablan de visión remota lo hagan única y exclusivamente del mal llamado método extendido, al cual hice referencia con anterioridad. Visión Remota no es únicamente de tipo visual, sino que se utilizan todos los sentidos físicos olfato, vista, gusto, tacto. No se produce un estado alterado de conciencia como en las Experiencias Extracorporales, sino como un estado de alta atención, es como cuando estás intentando resolver un problema matemático.








 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 




 

Editorial Corona Borealis


Algunos de los más destacados investigadores de lo paranormal se dieron cita en el año 2000 en las páginas de este libro. Nacho Ares, Juan G. Atienza, Miguel Blanco, Jesús Callejo, Santiago Camacho, Carlos Canales, Manuel Carballal, Bruno Cardeñosa, Juan Ignacio Cuesta, Lorenzo Fernández, José Gregorio González, Josep Guijarro, José Antonio Iniesta, Fernando Jiménez del Oso, Iker Jiménez, Vicente parís, César Pérez de Tudela, Antonio Ribera, Clara Tahoces,y pablo Villarrubia. Corona Borealis destinó los derechos de autor de la venta de esta obra a la Fundación Vicente Ferrer.

 

Una periodista americana viaja hasta Francia para investigar el paradero del Grial. Allí, a los pies de la fortaleza de Montségur se encontrará con David, un historiador heterodoxo que la acompañará en una singular aventura a través del tiempo y del espacio. En la fortaleza cátara hallaran las respuestas a las incógnitas que les atenazan


por Josep Guijarro


Una sonora carcajada se dejó oír en la redacción mientras Catherine se revolvía en su silla dejando visible entre sus manos un ejemplar de Beyond Boundaries, una revista de contenido demasiado heterodoxo para la ordenada cultura académica de aquella atractiva periodista nortemericana.
-No es posible. Ha vuelto a hacerlo. Ese loco asegura que el Grial era humano...
El resto de compañeros de la sección de historia del periódico dirigió la mirada hacia ella llenos de curiosidad. Encontraron a una mujer joven, no muy alta, de pelo castaño y cuerpo esbelto.
-Cómo pueden escribirse semejantes tonterías –dijo en voz alta- El Grial es un mito medieval adoptado por el cristianismo.
Walter, el jefe de sección, se aproximó con paso firme hasta la mesa. Vestía camisa blanca remangada y un pantalón gris oscuro.
-¿Qué ocurre, Catherine? Le preguntó mientras aflojaba el nudo de su corbata.
-Se trata de David, ha publicado otra de sus “geniales” teorías sobre el Grial. Ahora resulta que la reliquia era, en realidad, un ser humano que descendía directamente del mismísimo Jesús de Nazaret. Ja. Esas cosas -concluyó- confunden al público y le hacen un flaco favor a la historia.
Walter fijó su vista en el rostro de la joven haciendo evidente un ligero estrabismo. Al fin preguntó
-Tal vez tengas razón pero... ¿Y si fuera verdad?
-¡Por dios Walter! –exclamó Catherine mientras echaba hacia atrás su pelo- todo el mundo sabe que Grial está presente en muchas culturas y religiones, que es un mito. Corresponde al vaso sacrificial que, en el ritual védico, por ejemplo, contiene el Soma, la bebida sagrada. También tiene su equivalente en el taoísmo con un vaso llamado Kuanyin, que simboliza la Pureza, la Armonía y la Sabiduría y representa, también la Sophia de los gnósticos y la piedra caída del cielo, la esmeralda desprendida de la frente de Lucifer, el portador de luz y conocimiento. Un mito, Walter, sólo un mito. -Si, pero no es menos cierto que los ideólogos del III Reich concedieron gran importancia al relato más extendido del Grial que se remonta al año 1210 e incluso iniciaron algunas campañas de búsqueda.
-Te refieres al Parzival de Wolfram von Eschenbach.
-Efectivamente. El libro narra las aventuras de un caballero, en tiempos del Rey Arturo, que se pierde de regreso a casa. Siguiendo las indicaciones de un pescador –explicó con seguridad- el apuesto guerrero halla un misterioso castillo, llamado Muntsalvasche, donde pasará la noche. Allí vive una serie de episodios iniciáticos, un caballero templario le obsequiará, por ejemplo, con una mágica espada que sangra y más tarde una hermosa doncella le mostrará el Grial. Cuando al día siguiente despierta el castillo está vacío y continúa su viaje hacia su hogar donde será recibido como un héroe con el nombre de Perceval de Gales. A partir de entonces Perceval -que ignoraba su identidad- no descansará hasta encontrar el Grial, la espada de plata y la razón por la cuál sangra.
Catherine le miraba con atención, con su delicada barbilla apoyada sobre su puño cerrado y dibujando una tímida sonrisa en sus carnosos labios.
- Al parecer –prosiguió Walter- la información Eschenbach sobre el Grial fue obtenida de un tal Kyot de Provenza
[1] quien halló en Toledo, redactada en escritura pagana, la fuente de la aventura. Algunos autores –concluyó- le han relacionado con Guiot de Provins, un trovador, monje y portavoz de los templarios que vivió en Provenza[2]. En consecuencia los escenarios bien pudieron estar al sur de los Pirineos. ¿No lo crees así?
Catherine asintió mientras su mano derecha jugueteaba nerviosamente con un bolígrafo. Intuía que la erudición de Walter traía alguna consecuencia.
-Mañana tomarás un avión que te llevará a Europa. –espetó al fin- Quiero que sigas esta pista hasta el final. Si el Grial existió realmente tu puedes encontrarlo.
Acto seguido, y sin dar tiempo a rechistar Walter se dio la vuelta y se dirigió a su despacho. Mientras algunos redactores se miraban entre sí con complicidad.
-De qué os reís, imbéciles.
 


 

Francia. País Cátaro
Abril de 1998

 

Catherine detuvo el Volkswagen Polo que había alquilado horas antes en Foix, en algún punto de la N117 y desplegó por enésima vez su mapa de carreteras.
-Diablos –masculló- voy a llegar tarde a la cita
La periodista norteamericana se encaminaba a Montsegur, una aldea situada a los pies de la mítica fortaleza donde las tropas cristianas terminaron con la herejía cátara. Allí le esperaba el especialista en cultura occitana René Nelli para orientarla en su incursión por el sur de Francia. Sin embargo el destino tenía otros planes.

El despiste de Catherine terminó por echar al traste sus previsiones. Sus más de dos horas de retraso, perdida en aquellos desconocidos parajes y sin un alma a quien preguntar, eran un mal presagio para que la cita se llevara a cabo. Su obstinación, sin embargo, la impulsaban a seguir. Pisó el embrague y puso la primera velocidad. Miró al cielo mientras el Sol cada vez más débil amenazaba con dejarla atrapada en aquel paradisíaco escenario sin información y sin guía.
Dejó atrás Lavelanet y afrontó con coraje las primeras rampas del pog (pico en occitano) de Montsegur. A cada curva de aquella sinuosa carretera el paisaje iba cambiando. En cada viraje se hacían visibles nuevos árboles, nuevas piedras, cascadas de agua y una cada vez más intensa niebla.
Por fin, a la salida de una curva, adivinó una aldea y un rótulo que señalizaba la población Montségur. El enclave cátaro.
En realidad, los cátaros eran una versión medieval del antiguo maniqueísmo persa, derivado a su vez del zoroastrismo. Manes, en el siglo III, había predicado la metempsicosis, es decir, la transmigración de las almas de cuerpo en cuerpo, ligándose cada vez me nos a la materia, hasta alcanzar la perfección.
Catherine detuvo el vehículo en una pequeña plaza, delimitada por un murete de piedras sobre las que alguien había izado unas banderas rojas con la cruz cátara. Sonrió. Tomó su abrigo y descendió del coche.
El frío y la humedad eran ostensibles. Dirigió su mirada al norte y pudo ver, por primera vez, la efigie del castillo semi oculto por las nubes. Nunca antes lo había visto fuera de un libro o un catálogo, sin embargo aquella imagen impactó en su retina con una extraña familiaridad. Resopló y frente a su boca se hizo visible una nube de vapor. Friccionó sus manos y, con paso firme, se dirigió a la librería donde tenía que encontrarse con el experto galo. Nadie. La puerta estaba cerrada y ni un alma corría por las calles de aquella fantasmagórica aldea.
-Pues yo no me voy de aquí sin ver la fortaleza de cerca–se dijo a sí misma.
Y sin miedo alguno se quitó el abrigo y subió de nuevo al coche dispuesta a ascender hasta el denominado Plà dels Cremats (llano de los quemados), el lugar donde más de doscientos Cátaros fueron quemados vivos, en el lejano mes de marzo de 1244.
Catherine subió la empinada cuesta que da acceso al lugar utilizando las marchas cortas y fue descubriendo a cada giro un paisaje realmente bucólico desde la altura. Casi al final del trayecto, en el margen derecho de la calzada descubrió un vehículo en apuros. Detuvo su coche y descendió del mismo dispuesta a prestar su ayuda.
-¿Tiene algún problema? Vociferó mientras cerraba la puerta y se dirigía hacia el vehículo averiado
Inclinada tras el capó se distinguía la figura de un hombre, ataviado con un tres cuartos oscuro. Una voz gravé, contestó entonces
-Si. Bueno, en realidad el problema lo tiene el coche que no quiere andar.
Catherine se quedó de piedra. Cuando aquel hombre se incorporó y se retiró del vehículo pudo ver su cara era David.
Tentada estuvo de dar media vuelta y regresar a su Hotel.
-¿Qué haces aquí?
David recorrió con su mirada cada una de las curvas de la periodista. Un jersey de cuello alto y ceñido acentuaba sus curvas, el pantalón de tela elástica delataba la redondez de sus glúteos y cada una de las suaves curvas de sus muslos. Pero cuando estuvo cerca David fijó su mirada en uno de los rasgos más llamativos de la norteamericana sus ojos. Eran oscuros y vivaces e invitaban a asomarse en ellos.
-¿Y tu?
-No me contestes con otra pregunta. Sabes que odio eso. –dijo enfurecida.
Hacía años que se conocían. Catherine y David estudiaron historia en la Universidad de Temple y tras graduarse tomaron caminos muy distintos. Ella se desplazó a Washington y completó sus estudios especializándose en historia medieval. David, por el contrario, se fue a vivir a Los Angeles y formó familia. Su espíritu aventurero, sin embargo, terminó con su relación y sumido en una crisis acudió al esoterismo donde descubrió otra faceta de la historia, el ocultismo y el conocimiento hermético. Desde su adolescencia Catherine y David eran como los polos de un imán, sentían una extraña atracción entre ellos pero, algo misterioso terminaba por alejarlos. Fue el periodismo lo que acrecentó esa sensación. Una insana competencia nació entre ellos como forma de llamar la atención el uno del otro. Si uno investigaba en un sentido el otro lo hacía en el contrario para demostrar que era más que él.
-Estoy investigando sobre la leyenda del Grial, -respondió al fin- ya sabes, la copa que recogió la sangre que manaba del cuerpo de Jesús en la cruz que otorgaba, a quien bebiera de ella, la eterna juventud
[3]. Así lo creían los nazis –aseguró David- quienes durante la segunda guerra mundial efectuaron diversas excavaciones en el sur de Francia para encontrarlo.
-Patrañas -se lamentó Catherine- se han inventado muchas historias con Montségur como escenario. Ni me lo creo, ni me interesan. Este enclave merece demasiado respeto histórico como hacer caso de esta mezcla de catarismo, religión, tesoros ocultos, ritos solares y nazismo. David, eres un bendito.
-Tu racionalidad no te deja ver más allá de tu nariz –respondió indignado- debieras de saber que quienes "descubrieron" Montségur no fueron los Cátaros, desde tiempo inmemorial se consideraba este lugar como un enclave sagrado. Incluso algunos autores suponen que la fortificación fue erigida sobre un antiguo templo solar.
-Déjame reír.
-¿Te atreves a subir y te lo demuestro?
David sabía que a Catherine le encantaban los desafíos. Subir cuando el sol estaba a punto de desaparecer, con aquella bruma, con aquel frío y sin una linterna era una locura, pero no podía decir que no. Era tanto como perder una batalla dentro de la guerra que ambos libraban.
-Subamos... Preséntame a alguno de tus fantasmas.
 


 

Dejaron el asfalto y se internaron el valle que da acceso a las primeras estribaciones del pog. Ahí, a 1207 metros de altura, se intuía desafiante la fortaleza cátara. David inició la andadura con paso vivo, cruzaron el valle y se detuvieron frente a una lápida decorada con algunas flores frescas que algún visitante anónimo había dejado allí, coronada por una cruz cátara con una leyenda que recordaba a los herejes muertos en ese lugar siete siglos antes.
Catherine tomó en sus manos una de aquellas flores y se la acercó a la nariz. Tras olerla, la depositó con delicadeza en la piedra mientras se agachaba y abstraída por un recuerdo, perdía su mirada en el valle...

“¡Arrepentíos!”

La sonoridad de aquella voz la sacó de sus cavilaciones y, casi instintivamente, miró a David buscando una respuesta.

-¿No has oído nada?
-Si, claro, tu respiración. Aún queda mucho camino por delante. –gritó alejado de donde ella se encontraba- ¿Estás segura de querer subir?
Catherine se incorporó y echó a correr para alcanzarlo.
-Por la dificultad que plantea este acceso –explicó David- puedes pensar que Montségur es una excelente defensa natural. Sin embargo es discutible ya que desde aquí no se dominan ríos, pasos de montaña o grandes rutas. ¿Entiendes?
Un sonido gutural salió de la boca de Catherine que, ahogada por la dureza de las primeras estribaciones, no podía respirar fácilmente.
-Mi opinión –continuó David- es que la fortaleza se ubicó aquí por otras razones... como las propiedades telúricas del lugar. Algunos esoteristas incluso piensan que el edificio oculta en su plano la posibilidad de señalar con toda precisión las principales posiciones del sol en su nacimiento o un calendario zodiacal.
-Bobadas, los cátaros no rendían culto al disco solar
-Pero sí lo hacían los antiguos maniqueos –terció de nuevo David- quienes influyeron enormemente sobre el catarismo...
David enmudeció de golpe. Al girarse para responder a Catherine su vista detectó una enorme hoguera preparada en forma de gigantesco cuadrado de leña hábilmente amontonada sobre un lecho de paja.
-¡Dios mío! Mira.
La muchacha dirigió la mirada hacia el valle.
-¿Qué debo mirar? Preguntó todavía jadeante por el esfuerzo.
Al fijar la atención sobre el rostro de la joven la visión se desvaneció.
-No lo vas a creer –le explicó- He visto ahí abajo la pira donde quemaron a los herejes.
Catherine ocultó su experiencia previa y le dijo con ironía
-¿Resucitan tus fantasmas medievales?
David sacó de un bolsillo interior de su tres cuartos un bloc de notas y apuntó cuidadosamente su percepción. Después se internó en la espesura, la luz era a cada minuto más pobre. La pareja de investigadores dejó atrás la taquilla que, a media ascensión, recauda unas monedas a los turistas. Hacía horas que había dejado de funcionar y estaba tan solitaria y fantasmagórica como las calles del pueblo.
-¿Leíste mi artículo? Interrogó David
-¿El que habla que el tesoro de Montségur era, en realidad, un descendiente de Jesús?
El joven asintió.
-Me ha parecido una majadería. Si el Grial y el Catarismo se asocian –explicó Catherine- es por que la producción literaria medieval sobre el Grial y la Cruzada albigense aconteció en la misma época. Pero el tesoro de los cátaros nada tiene que ver con la reliquia del cristianismo.
-Perdona, querida, pero todo indica que un oficial de las SS alemanas creía todo lo contrario, y no sólo eso, sino que pudo encontrar la misteriosa copa...
-No me llames, querida –convino Catherine en tono airado- El oficial al que te refieres se llamaba Otto Rahn y se tragó los cuentos del Parsifal de Eisenbach. Luego escribió un libro, en 1934 en el que no hace otra cosa que transmitir teorías, convenientemente manipuladas por su repugnante ideología, para buscar una justificación ética a su doctrina.
La respiración de la muchacha era cada vez más audible. La dureza de la escalada y su empeño en seguir hablando tornaron púrpura su rostro.
-Cálmate, le dijo al fin David.
Catherine se calló de golpe con la mirada fija en el cuerpo del joven investigador. Era como si, realmente, hubiera visto a un fantasma.
-¡Demonios! –intervino- ¿Qué te ocurre?
-¡Cielos! No me vas a creer.
-Inténtalo.
-Creo que sido víctima de una alucinación, ¿sabes?
David, clavó la mirada en sus ojos. Estaba extenuado con el cuerpo cubierto de sudor y sus ropas empapadas por el rocío. Ella, sin embargo, estaba seca, no sudaba. Y su rostro presentaba un pálido inusual.
-Te veía delante de mi pero con ropas medievales, de color azul marino, con un ceñidor de cuerda y tu rostro lucía una frondosa barba.
-¡Dios mío! Así vestían los cátaros
-Lo sé –asintió- hay más. Cuando empezamos a subir también escuché algo. Una voz penetrante que pedía el arrepentimiento. David, tengo miedo.
El joven la abrazó. Estaba empapada.
-Te parecerá una majadería pero tal vez todas estas visiones tengan alguna razón.
Catherine se separó y pasando sus manos por las mejillas dijo
-Si, la tienen. Sin duda todo es fruto de mi imaginación, del esfuerzo y mi inadecuada respiración. No me hagas caso, continuemos.
-No Catherine, me refiero a que tal vez todo esto tenga que ver con nosotros, con alguna vida anterior. ¿No te ha parecido familiar el paisaje como a mi?
-Una cosa, David, es que los cátaros creyeran en la reencarnación en el siglo XIII otra es que tu, a las puertas del tercer milenio, sigas creyendo lo mismo.
Los cátaros, en efecto, creían en la reencarnación puesto que el alma liberada de la carne adquiría la salvación eterna.
En consecuencia según el pensamiento cátaro, Cristo no se encarnó realmente cuando habitó entre los hombres. Aquel Cristo que vieron los apóstoles, y también los romanos que lo crucificaron, no era sino una engañosa apariencia angelical. Por lo tanto Cristo nunca fue crucificado ni sepultado. Fueron estas ideas las que les valieron una temible persecución por parte de la Iglesia
Tras un breve respiro retomaron el angosto y sinuoso camino hasta la cima. Mientras andaban por la pronunciada pendiente a David le pareció oír unas voces lejanas que rezaban “¡haced penitencia!” pero calló.
 


 

-¡Fíjate, ahí está! Exclamó David desde lo alto del camino, al pie de un andamio de madera que daba entrada al recinto.
La fortaleza se extendía ante nuestros protagonistas con su fachada desnuda, sus cimientos regulares y su curiosa puerta más grande de lo normal.
-Es un gran cofre –explicó David desde el umbral pétreo de la fortaleza- tiene planta pentagonal. Y observa Catherine, no hay ninguna línea curva, salvo los arcos de las puertas. La piedra cúbica ha llegado a dominar la piedra bruta, ¡una simbólica transformación alquímica! –gritó emocionado.
-Esos libros esotéricos van a agujerearte el cerebro –dijo la chica mientras tomaba asiento en una piedra del interior para tomar aliento.
-¡Bienvenidos al templo fortificado de Montségur, el legendario castillo del Grial!- bromeó en voz alta.

-Mira –intervino Catherine- cierto es que tras el tras la toma de Montségur, los inquisidores preguntaron acerca del tesoro, cierto es que cuatro perfectos abandonaron el castillo, un día antes de su rendición para salvaguardar lo poco o mucho que la comunidad había conseguido preservar...
-Descendieron el pog por esa puerta –interrumpió David señalando la puerta norte.
La muchacha volvió a enmudecer. Se levantó y, maquinalmente, dirigió sus pasos hacia la puerta norte.
-Ramón, Bertrand –balbuceó descompuesta- tomad el consolamentum y descendamos...
El consolamentum era una ceremonia de consagración mediante la cual un creyente se convertía en perfecto, un rango equiparable al de sacerdote. El consolamentum se recibía en el momento de consagrar su vida a esta religión y era el único sacramento de la iglesia cátara.
David se quedó helado, estupefacto, por lo que veía. Un escalofrío recorrió su espalda mientras Catherine poseída se acercaba a él pronunciando extrañas palabras.
-Tal como ordenáis mi señor Pierre-Roger, -seguía en su delirio la joven, con la mirada perdida en el espacio- el tesoro será llevado a buen recaudo.
¿Estaría Catherine efectuando un viaje al pasado? –pensó David mientras sujetaba a la muchacha por ambos brazos.
La visión remota o TRV (Technical Remote Viewing) en sus siglas en inglés fue una técnica empleada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde 1972 hasta mediados de 1990 en programas como el célebre Stargate. Consiste, básicamente, en la entrada a un trance similar al sueño, inducido por autohipnosis, y efectuar una lectura de los archivos akáshicos. Los hindúes creían que el conocimiento de la humanidad, los hechos pasados y futuros, estaban contenidos en unos “archivos” a los que unos pocos iniciados tenían acceso. ¿Había entrado Catherine en uno de esos estados? David así lo suponía y trató de aprovechar la ocasión para obtener información sobre la ubicación del mítico Grial. Trató de conversar con ella.
-¿Quién eres? ¿Cuál es tu nombre?
-Estefanía–respondió
A diferencia del catolicismo la mujer era aceptada como un ser igual dentro del catarismo.
-¿Qué tienes que descender, cuál es tu misión? –interrogó David
-Debemos poner... –la joven tragó saliva- debemos poner a salvo... el...
-¿Qué tienes que poner a salvo, Estefanía?
Un sonido gutural, se hizo entonces audible.
-...el Grial.
Las piernas de la periodista flaquearon y, en un instante, se desplomó en los brazos del sorprendido investigador.
-Sólo me faltaba esto –se lamentó.
Recostó a la muchacha con suavidad, en el suelo húmedo, y la cubrió con su tres cuartos. A continuación, se dispuso a buscar ramas o arbustos que poder quemar. Necesitaba hacer fuego. Y de paso calentar sus ideas- ¿Había tenido Catherine una experiencia de Visión remota al pasado y había asumido la personalidad de uno de los perfectos que descendió con el Grial? ¿Era tan sólo una alucinación aliñada con sus notables conocimientos en la materia? ¿o era en realidad, algo más profundo, una registro procedente de otra vida, de una reencarnación anterior?
Cualquiera de las respuestas podía ser válida pero lo que importaba en ese momento era ponerse a salvo del frío, evitar que la noche les atrapara en Montségur. David había descartado descender la montaña con ella en brazos, sin luz y con la humedad existente. Se acercó a la puerta norte y miró el precipicio, ¿cómo cuatro hombres pudieron descender la montaña cargados con un tesoro?
-No es posible –masculló- el “tesoro” tenía piernas y brazos, sin duda el Grial era un descendiente de Jesús de Nazaret.
 



En esos pensamientos estaba cuando, de repente, al levantar la vista del suelo, percibió a unos 25 metros una tenue luz dorada. Procedía del lado este de la fortaleza.
-Cómo.... cómo es posible... –balbuceó.
Sus ojos fueron tomando la medida a aquel misterioso resplandor. En su interior había algo. Aquella luz envolvía algo
-No puede ser –se dijo David- esa parte de la construcción es moderna.
En efecto, cuando las huestes católicas se hicieron con el castillo no dejaron piedra sobre piedra. La construcción actual fue erigido en el siglo XVI, por orden de Guy Lévis II.
David avanzó torpemente hacia el lugar. Exactamente hacía donde, siglos antes, se hallaba la vivienda y alojamiento del vizconde de Mirepoix, Pierre-Roger, el comandante del castillo.
Trató de fijar la mirada en el objeto que estaba en el interior de la luz, en eso estaba cuando un rayo salió de su núcleo e impactó contra su pecho. Después, una sensación de vértigo, acompañada de un pitido agudo en sus oídos que fue transformándose, lentamente, en el de unos grifos abiertos, sus piernas entonces, dejaron de sujetarle y cayó al suelo.
Fue en aquel momento, libre de la carne, cuando pudo ver a su compañera de viaje. Estefanía era una mujer hermosa, de tez blanca. Se halla frente a él, ataviada de negro, con sus manos extendidas invitándole a acompañarla. David la tomó de la mano y, sin mediar palabra, se dirigieron corriendo al lado oriental, donde la muralla alcanza los cuatro metros de espesor. El desnivel allí es menos pronunciado. Subieron la escalera y desde lo alto del muro observaron a los católicos.
-¡Capitulad herejes!
Un estruendo quebró la noche, se oyó un silbido y, unos segundos después, un crujido delató la caída de un tejado convertido en astillas.
Fuera de los muros se adivinaban siniestras sombras, alargadas por la lumbre de las antorchas y abajo, en el valle, se distinguía el campamento donde se instalaban los templarios.
En la fortaleza, los ballesteros, catalanes en su mayor parte, tomaban posiciones en la parte más vulnerable.
-Es momento de partir –dijo al fin Estefanía
Su voz era dulce como la miel y sus ojos increíblemente oscuros, hechizantes.
David la siguió hasta las dependencias inferiores. Donde el obispo, Bertrand en Marti y Ramón de Perelha, señor del castillo, esperaban con un pequeño baluarte en sus manos.
-Ponédlo a salvo –musitó el obispo. La milicia de Cristo lo trajo de Tierra Santa y violó su esencia. Muchos creen que el Grial es un tesoro marial de inmensas riquezas. Se equivocan. El Grial es conocimiento, es la clave para descubrir algo que Díos todo poderoso ocultó en nuestro interior. A vosotros, amados perfectos –continuó mientras su mirada pasaba revista a los reunidos- os encomiendo guardar el secreto... secreto... secreto...
La voz fue desvaneciéndose y un golpe en la cara le fue devolvió a la dura realidad.
-¡David! ¿Estás bien?
Catherine estaba reclinada sobre el joven, abofeteándole, presa del histerismo. Éste, todavía atontado contestó.
-Creo que ambos nos desmayamos. –dijo mesándose la barbilla.
La niebla se había disipado y la Luna brillaba majestuosa en la bóveda empírea. Con aquella luz, en la corta distancia, David y Catherine se miraron y, entonces, pudo ver el brillo de sus ojos. Un brillo que había buscado con ahínco en otros ojos, una luz que no habían apagado los siete siglos transcurridos entre la toma de Montségur y aquél momento mágico. Comprendió la esencia, el amor, un tesoro presente en todos, oculto en nuestro interior y difícil de expresar. Se hizo el silencio, se paró el tiempo. David situó su mano derecha en la nuca de la muchacha, con suavidad, apartando su pelo, y acercó su rostro mientras sus labios buscaban su boca. Catherine cerró sus párpados y se entregó cómplice del mismo extraño sentimiento.
-¡Eh! ¿Se han vuelto locos?
El haz de una linterna evitó el beso.
-¡Gracias a Dios! –exclamaron al unísono- ¿Quién es usted? ¿Cómo sabe que estábamos aquí arriba
-Me llamo René –explicó jadeante. Usted debe ser Catherine.
La periodista asintió.
-Le presento a mi colega David Follett, es investigador de misterios medievales, un experto en ocultismo.
-En este lugar tiene un filón, amigo. Este es para muchos el Montsalvat, la montaña del Grial. Su energía es tan fuerte que podría tumbarles
David y Catherine intercambiaron una mirada de complicidad.
-Cuentan que aquí los iniciados descubren su propio Grial –siguió contando el galo- Deben ser supersticiones.
René enfocó con su linterna a la salida.
-Manténganse pegados a mi. El suelo está muy resbaladizo. –sugirió.
Antes de cruzar el umbral David miró a su espalda, observó que los arquitectos del siglo XIII quisieron dividir la fachada norte en dos puntos para señalar un lugar determinado. El lugar donde se hallaba la luz. ¿Era el Grial? Tal vez no era la copa en la que bebió Cristo, ni tampoco un descendiente, alguien de su linaje, pero había sido un verdadero encuentro con la verdad, con el amor, con la llave a la vida plena.


[1] Este fue un mero trasmisor de la leyenda que escuchó originariamente de un pagano llamado Flegetanis.

[2] Guiot de Provins visitó Alemania en 1184 para asistir a una fiesta Caballeresca a la que con toda probabilidad asistió Wolfram Eschenbach.

[3] Reza la leyenda “Viven de una piedra de la clase más pura. Si no la conocéis, aquí os será nombrada. Se llama lapsit exillis. Por el poder de esta piedra el fénix arde y se convierte en cenizas, pero las cenizas le dan vida otra vez. Así el fénix muda y cambia su plumaje, que después es luminoso y brillante y tan precioso como antes. Nunca hubo un ser humano tan enfermo que, si un día ve esa piedra, no pueda morir durante la semana siguiente. Y su aspecto no se marchitará. Su apariencia será la misma, sea doncella u hombre, que en el día en que vio la piedra, la misma que cuando comenzaron los mejores años de su vida, y aunque viera la piedra durante doscientos años, nunca cambiará salvo que su cabello podría quizá volverse gris. Tal poder da la piedra a un hombre que la carne y los huesos vuelven en seguida a ser jóvenes. La piedra es llamada también Grial.”