por Juan Garcia Ferrer
29 de Abril de 2003
Primero que nada, buenas noches a todos decir que el tema a pesar de
no ser extensamente conocido si existe mucha información son muchos
puntos a tratar y no voy a tener tiempo de todo así que me he ceñido
a 4 punto principales Cuando nace un bebé, lo hace con la capacidad
de producir sonidos, esto es gracias a que dispone de unos órganos
que hacen posible la fonación. Aunque el bebé podrá producir sonidos
desde el primer momento de su nacimiento, otra cosa muy distinta es
que pueda utilizar esa capacidad para expresar algo.
Para utilizar
efectivamente ese potencial tendrá que aprender a producir ciertos
sonidos que son nuevos para él y también asociar significados a
palabras y frases, y aún así no se puede garantizar que dicho bebé
será un magnífico orador cuando se convierta en un adulto. Por
analogía en visión remota sucede lo mismo, todos nacemos con la
capacidad de percibir psíquicamente cualquier información, pero para
hacerlo de forma efectiva y poder usar dicha capacidad tendremos que
aprender a utilizarla. Una vez aprendida la técnica existe
indudablemente una tercera variable que determinará los límites del
visualizador, esta variable es el potencial innato con el que el
visualizador nace, este factor crea la diferencia entre un buen
visualizador y un visualizador excepcional.
Es como aprender a tocar un instrumento, o aprender un idioma, es
cuestión de práctica, todos podemos hacerlo, no todos podemos tocar
el piano como Richard Clayderman, pero si se practica lo
suficiente podremos tocar bonitas melodías con un nivel de ejecución
e interpretación más que aceptables, de igual forma, tampoco todo el
mundo conseguirá ser un visualizador remoto excepcional pero con la
práctica podrá ser un buen visualizador remoto.
Por ello distingo 3 aspectos
1. La facilidad innata
para percibir psíquicamente la información.
2. La capacidad de aprendizaje.
3. La práctica de lo aprendido. Cuanto más se práctica, mejores
resultados se obtienen.
Cuando hablamos de visión
remota no nos referimos a una subcategoría de los fenómenos
psi-gamma, sino a una serie de estructuras y protocolos
estandarizados que convierten la experiencia de visualizar de forma
remota en un fenómeno repetible y fácil de aprender. El fenómeno
psi-gamma asociado a esta técnica es la PES
(percepción extrasensorial). Por lo que podríamos también decir que
VR es la herramienta o técnica que facilita y optimiza el
uso de la PES.
DEFINICIÓN
Visión Remota es una habilidad aprendida para obtener información
sobre cosas, personas y situaciones (objetivos) distantes en el
tiempo y en el espacio. Para realizar una sesión de visión remota se
necesita rotulador negro de punta de bola de acero, folios en blanco
y por supuesto la mente del visualizador.
hasta aquí hemos visto más o menos lo que es ahora me gustaría
distinguir distintos tipos de visión remota Bajo el nombre de visión
remota se experimentaron, en su tiempo, 2 formas bastante
diferenciadas para obtener información de forma psíquica CRV
(Coordinate Remote Viewing) y ERV (Extended
Remote Viewing).
ERV (Visión Remota Extendida) no es ni más ni menos que
una especie de Experiencia Extracorporal (a modo de viaje
astral). Esta técnica se utilizó muy poco porque en la fase
de experimentación se concluyo que no es la forma adecuada para
obtener información, se trata de un estado alterado de conciencia,
durante la sesión el Visualizador Remoto no puede anotar la
información que percibe, y cuando “regresa” a su estado de
conciencia normal, no es capaz de recuperar todos los detalles de su
experiencia, los resultados obtenidos fueron bastante peores de lo
esperado y dejo de utilizarse en el sector militar tras intentar
reiteradamente el experimento sin éxito.
CRV (Visión Remota por Coordenadas), recibe dicho nombre
porque en un principio se utilizaba para que los visualizadores
remotos describieran lo que había en determinadas coordenadas
geográficas, dichas coordenadas eran la única información que el
visualizador recibía justo antes de empezar la sesión, el objeto de
estas sesiones era que el visualizador dibujara mapas de dicha
localización, planos de edificios, una descripción completa del
lugar, etc.
“Visión Remota por Coordenadas” paso a llamarse
“Visión Remota Controlada”, la diferencia fundamental consiste
en que se conserva la nomenclatura de los 2 pares de números de 4
dígitos, algunos protocolos incluso admiten letras como dígitos
validos, sólo que esos números no hacen referencia a una
coordenadas, sino que se generan aleatoriamente y se asocian al
objetivo, no es más que un número de referencia que no tiene
significado alguno. CRV
es el método más popular debido al alto nivel de información correcta
obtenida durante el desarrollo y utilización de la técnica, y debido
a que cualquiera puede aprenderlo, por consiguiente es la técnica
que ha evolucionado hacia nuevos protocolos que aunque basados en
los originales aportan una serie de mejoras (en otros casos
simplemente son deformaciones de los protocolos originales). Así,
tenemos que de la Visión Remota Controlada surgieron los distintos
protocolos que actualmente se utilizan, el original CRV,
TRV,
SRV y ARV. Creo que merece una especial
mención el protocolo que ha desarrollado la HRVG, es
el protocolo que más se ha desviado del original, no tengo datos
sobre su nivel de efectividad. WIRV mantiene el
protocolo, y añade nuevas técnicas y herramientas enfocadas a
aplicaciones concretas.
Cuando saltó a los medios de comunicación la noticia de que el
gobierno americano usaba psíquicos para obtener información para las
agencias de inteligencia militar, el gobierno, quiso poner tierra de
por medio y terminar con la pesadilla mediante un informe final
sobre el proyecto STAR GATE, en el cual se afirma que
la Visión Remota no es útil como herramienta de recopilación de
información. En contradicción a esto, existen otros fragmentos del
expediente STAR GATE que permanecen clasificados
todavía, según los desarrolladores de la técnica y los que
participaron en el proyecto, las partes desclasificadas no son más
que la punta del iceberg, los participantes en el proyecto confirman
la fiabilidad de la técnica otorgando un 85% de información correcta
en el 85% de las sesiones y hasta un 100% cuando se realizan los
proyectos en grupo.
El informe final, sólo recoge a modo de sentencia, la información
obtenida en unas pruebas bastante irregulares, sin tener en cuenta
los resultados de las más de 1000 pruebas, realizadas con
anterioridad, en entornos adecuados, con métodos de control y por
personal cualificado. En mi opinión, resulta bastante ridículo
pensar en testear una técnica cuando se ha estado utilizando
por más de 20 años con éxito en más de 500 objetivos militares
reales (sin contar los experimentos anteriores) y se han invertido
más de 20 Millones de dólares USA, ¿que hay que demostrar a estas
alturas? ¿Por qué se obvian estos datos?
Cada cual que saque su propia conclusión. Los datos utilizados para el
informe final, además de ser parciales, se realizaron de forma
irregular, excepto uno de los visualizadores remotos, el resto eran
personas que no habían sido entrenadas ni habían trabajado en la
unidad de visión remota de la CIA. ¿De donde salieron? ¿Quiénes
eran? ¿Qué nivel de destreza en Visión Remota tenían? Se dice que
una de las 2 mujeres que intervino en dichas pruebas era la amante
del ministro de defensa que había en aquellos tiempos, esto aunque
es un rumor parece ser que era cierto. No obstante hagamos un
pequeño repaso a la historia y veamos en que me fundamento para
decir todo esto.
- En 1972, un excelente visualizador remoto llamado Ingo Swan
fue puesto a prueba por los físicos Puthoff y Targ en el
SRI (Stanford Research Institute), Ingo
era capaz de describir exactamente y con precisión los diseños de
algunos prototipos de instrumentos de medición en el Laboratorio de
Física de Stanford que se encontraba situado 6 plantas por debajo de
donde se realizaban los experimentos.
La CIA invirtió dinero en el SRI para que
siguieran con los experimentos y para que desarrollaran unas
estructuras y protocolos. (Si invirtieron dinero fue porque los
resultados fueron sobresalientes, esto es evidente). Cuando la
metodología fue completada se demostró con éxito su fiabilidad en
miles de pruebas realizadas en distintos laboratorios.
-
En 1978 con la ayuda del
SRI, el INSCOM creó una pequeña unidad
operativa de visión remota bajo el nombre de GRILL FLAME
en Fort Meade. (¿Por que dan el paso de iniciar un operativo basado en
visión remota si no ofrece fiabilidad? Lo mismo no se dieron cuenta
de que fallaba mucho)
-
En 1985 el programa de
investigación de la CIA fue transferido a Science
Aplications Internacional Corporation (SAIC)
ubicada en Palo Alto bajo la dirección del Físico Edwin May.
Los programas del SAIC y del INSCOM
continuaron independientes hasta 1986 cuando la DIA
asumió el control de ambas investigaciones esta vez bajo la dirección
del físico Dale Graff. En 1991 la DIA cambio el
nombre del proyecto pasando a ser el famoso pero desconocido en
cuanto a contenido y propósito, STAR GATE.
-
En 1995 las
responsabilidades sobre STAR GATE fueron transferidas
nuevamente a la CIA, esto cae por su propio peso, la
CIA declaró públicamente que el programa había terminado y
desclasificó porciones del mismo, y aquí comienza la controversia
con motivo del famoso informe publicado sobre STAR GATE,
sin embargo hoy en día siguen subcontratando servicios de visión
remota a empresas externas.
Algunas de las personas
que desarrollaron, participaron, estudiaron y supervisaron los
proyectos y expedientes de visión remota fueron Ingo Swann
(considerado el padre de la VR) Puthoff, Targ,
Morehouse, McMoneagle, Paul Smith, Lyn Buchanan
y Ed. Dames.
El Mayor (retirado) Ed. Dames fue entrenado por Ingo Swann
y se convirtió en el entrenador más destacado. Ed. Dames
participo en STAR GATE en 2 periodos y por un total de
unos 5 años. A pesar de su corta experiencia (comparada con el resto
de visualizadores) y su pronta jubilación, fue el primero en
utilizar y enseñar la técnica en el ámbito civil en 1989, luego le
siguieron el resto formando sus empresas de servicios de visión
remota.
Todos ellos han venido demostrando desde 1989 con infinidad de
proyectos que el informe sobre STAR GATE por parte de
la
CIA para nada se ajusta a la realidad. Comenzaron a
adaptarse los protocolos a las nuevas necesidades del ámbito civil,
surgiendo así las nuevas aplicaciones de la Visión Remota.
Las aplicaciones posibles de esta técnica son infinitas, puesto que es
posible obtener información sobre cualquier persona, cosa y
situación bien sea respecto al pasado, presente y futuro. Veamos
algunas de ellas Soluciones a problemas complejos Encontrar la mejor
solución para un negocio, planes de marketing, buscar mercados en
los que el producto tendría aceptación, salud, o un problema
personal.
Descubrir e investigar nuevas tecnologías (un ejemplo de esto es la
forma en que GM usó la visión remota para desarrollar su actual
tecnología GPS o Global Positioning Technology).
Encontrar personas desaparecidas. En el área médica también se utiliza
para diagnosticar enfermedades y posibles curas. Pruebas mentales,
que consiste en entrar en la mente de otra persona y conocer lo que
esta pensando y sus intenciones, esto se utiliza más a nivel
policial con delincuentes para poder determinar sus siguientes
movimientos, etc.
Determinar el significado de los sueños, puesto que con esta
herramienta se puede explorar el inconsciente. Situaciones optimas,
se trata de un estudio sobre cual sería la situación óptima para una
determinada persona, respecto a su plena realización, incluyendo
todas las áreas del ser humano.
También se utiliza para explorar objetivos espirituales y
paranormales. En los inicios del aprendizaje, es bastante común
realizar sesiones sobre cosas como, Dios, Jesucristo, Budah, El
más allá, los ángeles, etc … con el fin de expandir el nivel de
percepción a todos los tipos de objetivos posibles.
El ultimo punto que trataré es a groso modo ... el funcionamiento. Hay
objetivos más fáciles de visualizar que otros, el grado de
dificultad estriba en el impacto que el objetivo tenga en el
Inconsciente Colectivo. Un objetivo que no tenga importancia para
nadie es más difícil de alcanzar que otro que tiene un gran impacto
social, emocional, simbólico, etc. …
La base teórica que explica el funcionamiento de esta técnica se ha
tomado de algunas teorías del conocido psicólogo y psiquiatra
Carl Jung. Tan sólo diré que según el modelo de la mente
propuesto por Jung, existen 4 funciones principales de la
mente función física, función intelectual, función emocional y por
ultimo intuición/instinto. La teoría es que mientras mantenemos el
proceso consciente de las funciones intelectual, física y emocional
enfocado en la correcta ejecución de las estructuras y protocolos,
la última función, intuición/instinto, realiza la tarea de obtener
la información desde
el Matrix o Inconsciente Colectivo, dicha
información se procesa de forma inconsciente, la tarea del
visualizador consiste en transmitir dicha información al proceso
consciente de la forma en que se indica en el protocolo escribiendo
los datos, organizarlos en categorías, diciéndolos en voz alta,
respetar las pautas dadas en cuanto a velocidad y cadencia,
mantenerse en descriptores de bajo nivel, etc. …
Cuando la sesión de visión remota se ejecuta de forma adecuada se
produce lo que en visión remota llamamos bilocación del foco de
atención. Esto significa que el foco de atención consciente e
inconsciente está dividido al 50%, entre el lugar remoto y el lugar
donde estas físicamente realizando la sesión, es una sensación
difícil de describir puesto que hasta ahora no existe ninguna otra
experiencia similar con la que compararla.
Se ha especulado mucho sobre la naturaleza del fenómeno, y parece que
cuando hablan de visión remota lo hagan única y exclusivamente del
mal llamado método extendido, al cual hice referencia con
anterioridad. Visión Remota no es únicamente de tipo visual, sino
que se utilizan todos los sentidos físicos olfato, vista, gusto,
tacto. No se produce un estado alterado de conciencia como en
las
Experiencias Extracorporales, sino como un estado de alta
atención, es como cuando estás intentando resolver un problema
matemático.
Editorial
Corona Borealis |
|
Algunos de los
más destacados investigadores de lo paranormal se dieron cita en el
año 2000 en las páginas de este libro. Nacho Ares, Juan G. Atienza,
Miguel Blanco, Jesús Callejo, Santiago Camacho, Carlos Canales,
Manuel Carballal, Bruno Cardeñosa, Juan Ignacio Cuesta, Lorenzo
Fernández, José Gregorio González,
Josep Guijarro,
José Antonio Iniesta, Fernando Jiménez del Oso, Iker Jiménez,
Vicente parís, César Pérez de Tudela, Antonio Ribera, Clara
Tahoces,y pablo Villarrubia. Corona Borealis destinó los derechos de
autor de la venta de esta obra a la Fundación Vicente Ferrer.
Una periodista americana
viaja hasta Francia para investigar el paradero del Grial. Allí, a
los pies de la fortaleza de
Montségur se encontrará con David, un historiador heterodoxo
que la acompañará en una singular aventura a través del tiempo y del
espacio. En la fortaleza cátara hallaran las
respuestas a las incógnitas que les atenazan
por Josep Guijarro
Una sonora carcajada se dejó oír en la redacción mientras Catherine se
revolvía en su silla dejando visible entre sus manos un ejemplar de
Beyond Boundaries, una revista de contenido demasiado heterodoxo
para la ordenada cultura académica de aquella atractiva periodista
nortemericana.
-No es posible. Ha vuelto a hacerlo. Ese loco asegura que el Grial era
humano...
El resto de compañeros de la sección de historia del periódico dirigió
la mirada hacia ella llenos de curiosidad. Encontraron a una mujer
joven, no muy alta, de pelo castaño y cuerpo esbelto.
-Cómo pueden escribirse semejantes tonterías –dijo en voz alta- El
Grial es un mito medieval adoptado por el cristianismo.
Walter, el jefe de sección, se aproximó con paso firme hasta la mesa.
Vestía camisa blanca remangada y un pantalón gris oscuro.
-¿Qué ocurre, Catherine? Le preguntó mientras aflojaba el nudo de su
corbata.
-Se trata de David, ha publicado otra de sus “geniales” teorías sobre
el Grial. Ahora resulta que la reliquia era, en realidad, un ser
humano que descendía directamente del mismísimo Jesús de Nazaret.
Ja. Esas cosas -concluyó- confunden al público y le hacen un flaco
favor a la historia.
Walter fijó su vista en el rostro de la joven haciendo evidente un
ligero estrabismo. Al fin preguntó
-Tal vez tengas razón pero... ¿Y si fuera verdad?
-¡Por dios Walter! –exclamó Catherine mientras echaba hacia atrás su
pelo- todo el mundo sabe que Grial está presente en muchas culturas
y religiones, que es un mito. Corresponde al vaso sacrificial que,
en el ritual védico, por ejemplo, contiene el Soma, la bebida
sagrada. También tiene su equivalente en el taoísmo con un vaso
llamado Kuanyin, que simboliza la Pureza, la Armonía y la Sabiduría
y representa, también la Sophia de los gnósticos y la piedra caída
del cielo, la esmeralda desprendida de la frente de Lucifer, el
portador de luz y conocimiento. Un mito, Walter, sólo un mito. -Si,
pero no es menos cierto que los ideólogos del III Reich concedieron
gran importancia al relato más extendido del Grial que se remonta al
año 1210 e incluso iniciaron algunas campañas de búsqueda.
-Te refieres al Parzival de Wolfram von Eschenbach.
-Efectivamente. El libro narra las aventuras de un caballero, en
tiempos del Rey Arturo, que se pierde de regreso a casa. Siguiendo
las indicaciones de un pescador –explicó con seguridad- el apuesto
guerrero halla un misterioso castillo, llamado Muntsalvasche, donde
pasará la noche. Allí vive una serie de episodios iniciáticos, un
caballero templario le obsequiará, por ejemplo, con una mágica
espada que sangra y más tarde una hermosa doncella le mostrará el
Grial. Cuando al día siguiente despierta el castillo está vacío y
continúa su viaje hacia su hogar donde será recibido como un héroe
con el nombre de Perceval de Gales. A partir de entonces Perceval
-que ignoraba su identidad- no descansará hasta encontrar el Grial,
la espada de plata y la razón por la cuál sangra.
Catherine le miraba con atención, con su delicada barbilla apoyada
sobre su puño cerrado y dibujando una tímida sonrisa en sus carnosos
labios.
- Al parecer –prosiguió Walter- la información Eschenbach sobre el
Grial fue obtenida de un tal Kyot de Provenza[1]
quien halló en Toledo, redactada en escritura pagana, la fuente de la
aventura. Algunos autores –concluyó- le han relacionado con Guiot de
Provins, un trovador, monje y portavoz de los templarios que vivió
en Provenza[2].
En consecuencia los escenarios bien pudieron estar al sur de los
Pirineos. ¿No lo crees así?
Catherine asintió mientras su mano derecha jugueteaba nerviosamente
con un bolígrafo. Intuía que la erudición de Walter traía alguna
consecuencia.
-Mañana tomarás un avión que te llevará a Europa. –espetó al fin-
Quiero que sigas esta pista hasta el final. Si el Grial existió
realmente tu puedes encontrarlo.
Acto seguido, y sin dar tiempo a rechistar Walter se dio la vuelta y
se dirigió a su despacho. Mientras algunos redactores se miraban
entre sí con complicidad.
-De qué os reís, imbéciles.
Francia. País Cátaro
Abril de 1998
Catherine detuvo el
Volkswagen Polo que había alquilado horas antes en Foix, en algún
punto de la N117 y desplegó por enésima vez su mapa de carreteras.
-Diablos –masculló- voy a llegar tarde a la cita
La periodista norteamericana se encaminaba a Montsegur, una aldea
situada a los pies de la mítica fortaleza donde las tropas
cristianas terminaron con la herejía cátara. Allí le esperaba el
especialista en cultura occitana René Nelli para orientarla en su
incursión por el sur de Francia. Sin embargo el destino tenía otros
planes. |
|
El despiste de Catherine
terminó por echar al traste sus previsiones. Sus más de dos horas de
retraso, perdida en aquellos desconocidos parajes y sin un alma a
quien preguntar, eran un mal presagio para que la cita se llevara a
cabo. Su obstinación, sin embargo, la impulsaban a seguir. Pisó el
embrague y puso la primera velocidad. Miró al cielo mientras el Sol
cada vez más débil amenazaba con dejarla atrapada en aquel
paradisíaco escenario sin información y sin guía.
Dejó atrás Lavelanet y afrontó con coraje las primeras rampas del pog
(pico en occitano) de Montsegur. A cada curva de aquella sinuosa
carretera el paisaje iba cambiando. En cada viraje se hacían
visibles nuevos árboles, nuevas piedras, cascadas de agua y una cada
vez más intensa niebla.
Por fin, a la salida de una curva, adivinó una aldea y un rótulo que
señalizaba la población Montségur. El enclave cátaro.
En realidad, los cátaros eran una versión medieval del antiguo
maniqueísmo persa, derivado a su vez del zoroastrismo. Manes, en el
siglo III, había predicado la metempsicosis, es decir, la
transmigración de las almas de cuerpo en cuerpo, ligándose cada vez
me nos a la materia, hasta alcanzar la perfección.
Catherine detuvo el vehículo en una pequeña plaza, delimitada por un
murete de piedras sobre las que alguien había izado unas banderas
rojas con la cruz cátara. Sonrió. Tomó su abrigo y descendió del
coche.
El frío y la humedad eran ostensibles. Dirigió su mirada al norte y
pudo ver, por primera vez, la efigie del castillo semi oculto por
las nubes. Nunca antes lo había visto fuera de un libro o un
catálogo, sin embargo aquella imagen impactó en su retina con una
extraña familiaridad. Resopló y frente a su boca se hizo visible una
nube de vapor. Friccionó sus manos y, con paso firme, se dirigió a
la librería donde tenía que encontrarse con el experto galo. Nadie.
La puerta estaba cerrada y ni un alma corría por las calles de
aquella fantasmagórica aldea.
-Pues yo no me voy de aquí sin ver la fortaleza de cerca–se dijo a sí
misma.
Y sin miedo alguno se quitó el abrigo y subió de nuevo al coche
dispuesta a ascender hasta el denominado Plà dels Cremats (llano de
los quemados), el lugar donde más de doscientos Cátaros fueron
quemados vivos, en el lejano mes de marzo de 1244.
Catherine subió la empinada cuesta que da acceso al lugar utilizando
las marchas cortas y fue descubriendo a cada giro un paisaje
realmente bucólico desde la altura. Casi al final del trayecto, en
el margen derecho de la calzada descubrió un vehículo en apuros.
Detuvo su coche y descendió del mismo dispuesta a prestar su ayuda.
-¿Tiene algún problema? Vociferó mientras cerraba la puerta y se
dirigía hacia el vehículo averiado
Inclinada tras el capó se distinguía la figura de un hombre, ataviado
con un tres cuartos oscuro. Una voz gravé, contestó entonces
-Si. Bueno, en realidad el problema lo tiene el coche que no quiere
andar.
Catherine se quedó de piedra. Cuando aquel hombre se incorporó y se
retiró del vehículo pudo ver su cara era David.
Tentada estuvo de dar media vuelta y regresar a su Hotel.
-¿Qué haces aquí?
David recorrió con su mirada cada una de las curvas de la periodista.
Un jersey de cuello alto y ceñido acentuaba sus curvas, el pantalón
de tela elástica delataba la redondez de sus glúteos y cada una de
las suaves curvas de sus muslos. Pero cuando estuvo cerca David fijó
su mirada en uno de los rasgos más llamativos de la norteamericana
sus ojos. Eran oscuros y vivaces e invitaban a asomarse en ellos.
-¿Y tu?
-No me contestes con otra pregunta. Sabes que odio eso. –dijo
enfurecida.
Hacía años que se conocían. Catherine y David estudiaron historia en
la Universidad de Temple y tras graduarse tomaron caminos muy
distintos. Ella se desplazó a Washington y completó sus estudios
especializándose en historia medieval. David, por el contrario, se
fue a vivir a Los Angeles y formó familia. Su espíritu aventurero,
sin embargo, terminó con su relación y sumido en una crisis acudió
al esoterismo donde descubrió otra faceta de la historia, el
ocultismo y el conocimiento hermético. Desde su adolescencia
Catherine y David eran como los polos de un imán, sentían una
extraña atracción entre ellos pero, algo misterioso terminaba por
alejarlos. Fue el periodismo lo que acrecentó esa sensación. Una
insana competencia nació entre ellos como forma de llamar la
atención el uno del otro. Si uno investigaba en un sentido el otro
lo hacía en el contrario para demostrar que era más que él.
-Estoy investigando sobre la leyenda del Grial, -respondió al fin- ya
sabes, la copa que recogió la sangre que manaba del cuerpo de Jesús
en la cruz que otorgaba, a quien bebiera de ella, la eterna juventud[3].
Así lo creían los nazis –aseguró David- quienes durante la segunda
guerra mundial efectuaron diversas excavaciones en el sur de Francia
para encontrarlo.
-Patrañas -se lamentó Catherine- se han inventado muchas historias con
Montségur como escenario. Ni me lo creo, ni me interesan. Este
enclave merece demasiado respeto histórico como hacer caso de esta
mezcla de catarismo, religión, tesoros ocultos, ritos solares y
nazismo. David, eres un bendito.
-Tu racionalidad no te deja ver más allá de tu nariz –respondió
indignado- debieras de saber que quienes "descubrieron" Montségur no
fueron los Cátaros, desde tiempo inmemorial se consideraba este
lugar como un enclave sagrado. Incluso algunos autores suponen que
la fortificación fue erigida sobre un antiguo templo solar.
-Déjame reír.
-¿Te atreves a subir y te lo demuestro?
David sabía que a Catherine le encantaban los desafíos. Subir cuando
el sol estaba a punto de desaparecer, con aquella bruma, con aquel
frío y sin una linterna era una locura, pero no podía decir que no.
Era tanto como perder una batalla dentro de la guerra que ambos
libraban.
-Subamos... Preséntame a alguno de tus fantasmas.
Dejaron el asfalto y se
internaron el valle que da acceso a las primeras estribaciones del
pog. Ahí, a 1207 metros de altura, se intuía desafiante la fortaleza
cátara. David inició la andadura con paso vivo, cruzaron el valle y
se detuvieron frente a una lápida decorada con algunas flores
frescas que algún visitante anónimo había dejado allí, coronada por
una cruz cátara con una leyenda que recordaba a los herejes muertos
en ese lugar siete siglos antes.
Catherine tomó en sus manos una de aquellas flores y se la acercó a la
nariz. Tras olerla, la depositó con delicadeza en la piedra mientras
se agachaba y abstraída por un recuerdo, perdía su mirada en el
valle...
“¡Arrepentíos!”
La sonoridad de aquella
voz la sacó de sus cavilaciones y, casi instintivamente, miró a
David buscando una respuesta. |
|
-¿No has oído nada?
-Si, claro, tu respiración. Aún queda mucho camino por delante. –gritó
alejado de donde ella se encontraba- ¿Estás segura de querer subir?
Catherine se incorporó y echó a correr para alcanzarlo.
-Por la dificultad que plantea este acceso –explicó David- puedes
pensar que Montségur es una excelente defensa natural. Sin embargo
es discutible ya que desde aquí no se dominan ríos, pasos de montaña
o grandes rutas. ¿Entiendes?
Un sonido gutural salió de la boca de Catherine que, ahogada por la
dureza de las primeras estribaciones, no podía respirar fácilmente.
-Mi opinión –continuó David- es que la fortaleza se ubicó aquí por
otras razones... como las propiedades telúricas del lugar. Algunos
esoteristas incluso piensan que el edificio oculta en su plano la
posibilidad de señalar con toda precisión las principales posiciones
del sol en su nacimiento o un calendario zodiacal.
-Bobadas, los cátaros no rendían culto al disco solar
-Pero sí lo hacían los antiguos maniqueos –terció de nuevo David-
quienes influyeron enormemente sobre el catarismo...
David enmudeció de golpe. Al girarse para responder a Catherine su
vista detectó una enorme hoguera preparada en forma de gigantesco
cuadrado de leña hábilmente amontonada sobre un lecho de paja.
-¡Dios mío! Mira.
La muchacha dirigió la mirada hacia el valle.
-¿Qué debo mirar? Preguntó todavía jadeante por el esfuerzo.
Al fijar la atención sobre el rostro de la joven la visión se
desvaneció.
-No lo vas a creer –le explicó- He visto ahí abajo la pira donde
quemaron a los herejes.
Catherine ocultó su experiencia previa y le dijo con ironía
-¿Resucitan tus fantasmas medievales?
David sacó de un bolsillo interior de su tres cuartos un bloc de notas
y apuntó cuidadosamente su percepción. Después se internó en la
espesura, la luz era a cada minuto más pobre. La pareja de
investigadores dejó atrás la taquilla que, a media ascensión,
recauda unas monedas a los turistas. Hacía horas que había dejado de
funcionar y estaba tan solitaria y fantasmagórica como las calles
del pueblo.
-¿Leíste mi artículo? Interrogó David
-¿El que habla que el tesoro de Montségur era, en realidad, un
descendiente de Jesús?
El joven asintió.
-Me ha parecido una majadería. Si el Grial y el Catarismo se asocian
–explicó Catherine- es por que la producción literaria medieval
sobre el Grial y la Cruzada albigense aconteció en la misma época.
Pero el tesoro de los cátaros nada tiene que ver con la reliquia del
cristianismo.
-Perdona, querida, pero todo indica que un oficial de las SS alemanas
creía todo lo contrario, y no sólo eso, sino que pudo encontrar la
misteriosa copa...
-No me llames, querida –convino Catherine en tono airado- El oficial
al que te refieres se llamaba Otto Rahn y se tragó los cuentos del
Parsifal de Eisenbach. Luego escribió un libro, en 1934 en el que no
hace otra cosa que transmitir teorías, convenientemente manipuladas
por su repugnante ideología, para buscar una justificación ética a
su doctrina.
La respiración de la muchacha era cada vez más audible. La dureza de
la escalada y su empeño en seguir hablando tornaron púrpura su
rostro.
-Cálmate, le dijo al fin David.
Catherine se calló de golpe con la mirada fija en el cuerpo del joven
investigador. Era como si, realmente, hubiera visto a un fantasma.
-¡Demonios! –intervino- ¿Qué te ocurre?
-¡Cielos! No me vas a creer.
-Inténtalo.
-Creo que sido víctima de una alucinación, ¿sabes?
David, clavó la mirada en sus ojos. Estaba extenuado con el cuerpo
cubierto de sudor y sus ropas empapadas por el rocío. Ella, sin
embargo, estaba seca, no sudaba. Y su rostro presentaba un pálido
inusual.
-Te veía delante de mi pero con ropas medievales, de color azul
marino, con un ceñidor de cuerda y tu rostro lucía una frondosa
barba.
-¡Dios mío! Así vestían los cátaros
-Lo sé –asintió- hay más. Cuando empezamos a subir también escuché
algo. Una voz penetrante que pedía el arrepentimiento. David, tengo
miedo.
El joven la abrazó. Estaba empapada.
-Te parecerá una majadería pero tal vez todas estas visiones tengan
alguna razón.
Catherine se separó y pasando sus manos por las mejillas dijo
-Si, la tienen. Sin duda todo es fruto de mi imaginación, del esfuerzo
y mi inadecuada respiración. No me hagas caso, continuemos.
-No Catherine, me refiero a que tal vez todo esto tenga que ver con
nosotros, con alguna vida anterior. ¿No te ha parecido familiar el
paisaje como a mi?
-Una cosa, David, es que los cátaros creyeran en la reencarnación en
el siglo XIII otra es que tu, a las puertas del tercer milenio,
sigas creyendo lo mismo.
Los cátaros, en efecto, creían en la reencarnación puesto que el alma
liberada de la carne adquiría la salvación eterna.
En consecuencia según el pensamiento cátaro, Cristo no se encarnó
realmente cuando habitó entre los hombres. Aquel Cristo que vieron
los apóstoles, y también los romanos que lo crucificaron, no era
sino una engañosa apariencia angelical. Por lo tanto Cristo nunca
fue crucificado ni sepultado. Fueron estas ideas las que les
valieron una temible persecución por parte de la Iglesia
Tras un breve respiro retomaron el angosto y sinuoso camino hasta la
cima. Mientras andaban por la pronunciada pendiente a David le
pareció oír unas voces lejanas que rezaban “¡haced penitencia!” pero
calló.
-¡Fíjate, ahí está!
Exclamó David desde lo alto del camino, al pie de un andamio de
madera que daba entrada al recinto.
La fortaleza se extendía ante nuestros protagonistas con su fachada
desnuda, sus cimientos regulares y su curiosa puerta más grande de
lo normal.
-Es un gran cofre –explicó David desde el umbral pétreo de la
fortaleza- tiene planta pentagonal. Y observa Catherine, no hay
ninguna línea curva, salvo los arcos de las puertas. La piedra
cúbica ha llegado a dominar la piedra bruta, ¡una simbólica
transformación alquímica! –gritó emocionado.
-Esos libros esotéricos van a agujerearte el cerebro –dijo la chica
mientras tomaba asiento en una piedra del interior para tomar
aliento.
-¡Bienvenidos al templo fortificado de Montségur, el legendario
castillo del Grial!- bromeó en voz alta. |
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-Mira –intervino
Catherine- cierto es que tras el tras la toma de Montségur, los
inquisidores preguntaron acerca del tesoro, cierto es que cuatro
perfectos abandonaron el castillo, un día antes de su rendición para
salvaguardar lo poco o mucho que la comunidad había conseguido
preservar...
-Descendieron el pog por esa puerta –interrumpió David señalando la
puerta norte.
La muchacha volvió a enmudecer. Se levantó y, maquinalmente, dirigió
sus pasos hacia la puerta norte.
-Ramón, Bertrand –balbuceó descompuesta- tomad el consolamentum y
descendamos...
El consolamentum era una ceremonia de consagración mediante la cual un
creyente se convertía en perfecto, un rango equiparable al de
sacerdote. El consolamentum se recibía en el momento de consagrar su
vida a esta religión y era el único sacramento de la iglesia cátara.
David se quedó helado, estupefacto, por lo que veía. Un escalofrío
recorrió su espalda mientras Catherine poseída se acercaba a él
pronunciando extrañas palabras.
-Tal como ordenáis mi señor Pierre-Roger, -seguía en su delirio la
joven, con la mirada perdida en el espacio- el tesoro será llevado a
buen recaudo.
¿Estaría Catherine efectuando un viaje al pasado? –pensó David
mientras sujetaba a la muchacha por ambos brazos.
La visión remota o TRV (Technical
Remote Viewing) en sus siglas en inglés fue una técnica
empleada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde 1972
hasta mediados de 1990 en programas como el célebre Stargate.
Consiste, básicamente, en la entrada a un trance similar al sueño,
inducido por autohipnosis, y efectuar una lectura de los
archivos akáshicos. Los hindúes creían que el conocimiento
de la humanidad, los hechos pasados y futuros, estaban contenidos en
unos “archivos” a los que unos pocos iniciados tenían acceso. ¿Había
entrado Catherine en uno de esos estados? David así lo suponía y
trató de aprovechar la ocasión para obtener información sobre la
ubicación del mítico Grial. Trató de conversar con ella.
-¿Quién eres? ¿Cuál es tu nombre?
-Estefanía–respondió
A diferencia del catolicismo la mujer era aceptada como un ser igual
dentro del catarismo.
-¿Qué tienes que descender, cuál es tu misión? –interrogó David
-Debemos poner... –la joven tragó saliva- debemos poner a salvo...
el...
-¿Qué tienes que poner a salvo, Estefanía?
Un sonido gutural, se hizo entonces audible.
-...el Grial.
Las piernas de la periodista flaquearon y, en un instante, se desplomó
en los brazos del sorprendido investigador.
-Sólo me faltaba esto –se lamentó.
Recostó a la muchacha con suavidad, en el suelo húmedo, y la cubrió
con su tres cuartos. A continuación, se dispuso a buscar ramas o
arbustos que poder quemar. Necesitaba hacer fuego. Y de paso
calentar sus ideas- ¿Había tenido Catherine una experiencia de
Visión remota al pasado y había asumido la personalidad de uno de
los perfectos que descendió con el Grial? ¿Era tan sólo una
alucinación aliñada con sus notables conocimientos en la materia? ¿o
era en realidad, algo más profundo, una registro procedente de otra
vida, de una reencarnación anterior?
Cualquiera de las respuestas podía ser válida pero lo que importaba en
ese momento era ponerse a salvo del frío, evitar que la noche les
atrapara en Montségur. David había descartado descender la montaña
con ella en brazos, sin luz y con la humedad existente. Se acercó a
la puerta norte y miró el precipicio, ¿cómo cuatro hombres pudieron
descender la montaña cargados con un tesoro?
-No es posible –masculló- el “tesoro” tenía piernas y brazos, sin duda
el Grial era un descendiente de Jesús de Nazaret.
En esos pensamientos estaba cuando, de repente, al levantar la vista
del suelo, percibió a unos 25 metros una tenue luz dorada. Procedía
del lado este de la fortaleza.
-Cómo.... cómo es posible... –balbuceó.
Sus ojos fueron tomando la medida a aquel misterioso resplandor. En su
interior había algo. Aquella luz envolvía algo
-No puede ser –se dijo David- esa parte de la construcción es moderna.
En efecto, cuando las huestes católicas se hicieron con el castillo no
dejaron piedra sobre piedra. La construcción actual fue erigido en
el siglo XVI, por orden de Guy Lévis II.
David avanzó torpemente hacia el lugar. Exactamente hacía donde,
siglos antes, se hallaba la vivienda y alojamiento del vizconde de
Mirepoix, Pierre-Roger, el comandante del castillo.
Trató de fijar la mirada en el objeto que estaba en el interior de la
luz, en eso estaba cuando un rayo salió de su núcleo e impactó
contra su pecho. Después, una sensación de vértigo, acompañada de un
pitido agudo en sus oídos que fue transformándose, lentamente, en el
de unos grifos abiertos, sus piernas entonces, dejaron de sujetarle
y cayó al suelo.
Fue en aquel momento, libre de la carne, cuando pudo ver a su
compañera de viaje. Estefanía era una mujer hermosa, de tez blanca.
Se halla frente a él, ataviada de negro, con sus manos extendidas
invitándole a acompañarla. David la tomó de la mano y, sin mediar
palabra, se dirigieron corriendo al lado oriental, donde la muralla
alcanza los cuatro metros de espesor. El desnivel allí es menos
pronunciado. Subieron la escalera y desde lo alto del muro
observaron a los católicos.
-¡Capitulad herejes!
Un estruendo quebró la noche, se oyó un silbido y, unos segundos
después, un crujido delató la caída de un tejado convertido en
astillas.
Fuera de los muros se adivinaban siniestras sombras, alargadas por la
lumbre de las antorchas y abajo, en el valle, se distinguía el
campamento donde se instalaban los templarios.
En la fortaleza, los ballesteros, catalanes en su mayor parte, tomaban
posiciones en la parte más vulnerable.
-Es momento de partir –dijo al fin Estefanía
Su voz era dulce como la miel y sus ojos increíblemente oscuros,
hechizantes.
David la siguió hasta las dependencias inferiores. Donde el obispo,
Bertrand en Marti y Ramón de Perelha, señor del castillo, esperaban
con un pequeño baluarte en sus manos.
-Ponédlo a salvo –musitó el obispo. La milicia de Cristo lo trajo de
Tierra Santa y violó su esencia. Muchos creen que el Grial es un
tesoro marial de inmensas riquezas. Se equivocan. El Grial es
conocimiento, es la clave para descubrir algo que Díos todo poderoso
ocultó en nuestro interior. A vosotros, amados perfectos –continuó
mientras su mirada pasaba revista a los reunidos- os encomiendo
guardar el secreto... secreto... secreto...
La voz fue desvaneciéndose y un golpe en la cara le fue devolvió a la
dura realidad.
-¡David! ¿Estás bien?
Catherine estaba reclinada sobre el joven, abofeteándole, presa del
histerismo. Éste, todavía atontado contestó.
-Creo que ambos nos desmayamos. –dijo mesándose la barbilla.
La niebla se había disipado y la Luna brillaba majestuosa en la bóveda
empírea. Con aquella luz, en la corta distancia, David y Catherine
se miraron y, entonces, pudo ver el brillo de sus ojos. Un brillo
que había buscado con ahínco en otros ojos, una luz que no habían
apagado los siete siglos transcurridos entre la toma de Montségur y
aquél momento mágico. Comprendió la esencia, el amor, un tesoro
presente en todos, oculto en nuestro interior y difícil de expresar.
Se hizo el silencio, se paró el tiempo. David situó su mano derecha
en la nuca de la muchacha, con suavidad, apartando su pelo, y acercó
su rostro mientras sus labios buscaban su boca. Catherine cerró sus
párpados y se entregó cómplice del mismo extraño sentimiento.
-¡Eh! ¿Se han vuelto locos?
El haz de una linterna evitó el beso.
-¡Gracias a Dios! –exclamaron al unísono- ¿Quién es usted? ¿Cómo sabe
que estábamos aquí arriba
-Me llamo René –explicó jadeante. Usted debe ser Catherine.
La periodista asintió.
-Le presento a mi colega David Follett, es investigador de misterios
medievales, un experto en ocultismo.
-En este lugar tiene un filón, amigo. Este es para muchos el
Montsalvat, la montaña del Grial. Su energía es tan fuerte que
podría tumbarles
David y Catherine intercambiaron una mirada de complicidad.
-Cuentan que aquí los iniciados descubren su propio Grial –siguió
contando el galo- Deben ser supersticiones.
René enfocó con su linterna a la salida.
-Manténganse pegados a mi. El suelo está muy resbaladizo. –sugirió.
Antes de cruzar el umbral David miró a su espalda, observó que los
arquitectos del siglo XIII quisieron dividir la fachada norte en dos
puntos para señalar un lugar determinado. El lugar donde se hallaba
la luz. ¿Era el Grial? Tal vez no era la copa en la que bebió
Cristo, ni tampoco un descendiente, alguien de su linaje, pero había
sido un verdadero encuentro con la verdad, con el amor, con la llave
a la vida plena.
[1]
Este fue un mero trasmisor de la leyenda que escuchó originariamente
de un pagano llamado Flegetanis.
[2]
Guiot de Provins visitó Alemania en 1184 para asistir a una fiesta
Caballeresca a la que con toda probabilidad asistió Wolfram
Eschenbach.
[3]
Reza la leyenda “Viven de una piedra de la clase más pura. Si no la
conocéis, aquí os será nombrada. Se llama lapsit exillis.
Por el poder de esta piedra el fénix arde y se convierte en cenizas,
pero las cenizas le dan vida otra vez. Así el fénix muda y cambia su
plumaje, que después es luminoso y brillante y tan precioso como
antes. Nunca hubo un ser humano tan enfermo que, si un día ve esa
piedra, no pueda morir durante la semana siguiente. Y su aspecto no
se marchitará. Su apariencia será la misma, sea doncella u hombre,
que en el día en que vio la piedra, la misma que cuando comenzaron
los mejores años de su vida, y aunque viera la piedra durante
doscientos años, nunca cambiará salvo que su cabello podría quizá
volverse gris. Tal poder da la piedra a un hombre que la carne y los
huesos vuelven en seguida a ser jóvenes. La piedra es llamada
también Grial.”
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