CAPITULO VEINTE - Evaluaciones personales: ¿Quién o qué es Seth?

Como seres humanos que somos, vivimos suspendidos entre la vida y la muerte. Compartimos esto con los animales. Es una condición de nuestra existencia; pero los animales, hasta donde sabemos, no se an­ticipan a su propia muerte, o se preguntan cuál era su situación antes de su nacimiento. Su presente es el momento actual.

Nosotros nos percatamos del pasado, presente y futuro: una serie de momentos anudados, según nos parece, uno antes del otro. ¿Qué tal si esta serie es únicamente parte de un presente más grande, un "momento" más espacioso del que no nos damos cuenta?

Existiríamos en esta otra dimensión del tiempo, bien sea que lo su­piéramos o no, claro está, exactamente como nuestro gato existe a las cuatro de la tarde en mi reloj, sin siquiera entender qué es un reloj. En cierta forma, el gato está más acertado de lo que yo estoy, porque el tiempo del reloj es un artificio y nada tiene que ver con él. Suponga­mos, como Seth lo sostiene, que el pasado, presente y futuro sean tam­bién artificios, divisiones superpuestas sobre un momento espacioso en el que toda acción es simultánea.

Físicamente sólo podemos manejar un número de datos a la vez, puesto que en este respecto somos dependientes de nuestra estructura neurológica. Cada sensación que hemos recibido desde nuestro naci­miento, se halla todavía intacta en nuestro subconsciente. Hacemos presión sobre detalles tales como "atrás", de tal modo que podamos manejar el presente. Enfocamos nuestra atención sobre cierto grupo de eventos, los "presentes" y luego los dejamos caer en el subcons­ciente, donde parecen quedar reprimidos y tornarse distantes. Si pudiéra­mos mantener nuestra atención sobre estos sucesos pasados y todavía concentrarnos en los presentes simultáneamente, entonces nuestro senti­do del tiempo presente se agrandaría inconmensurablemente.

¿Y qué hay respecto al futuro? Quizá consista de eventos ya en exis­tencia en este Presente Espacioso; sucesos a los que hemos decidido convenientemente no enfrentarnos "todavía". De acuerdo con Seth, los acontecimientos no son concretos en ningún caso, sino plásticos e, inicialmente, son siempre mentales. A algunos de ellos les damos forma de realidades físicas, en cuyo caso lo seguimos mediante el proceso mencionado arriba. Otros no los manejamos en lo absoluto en esta di­mensión. Nunca entran siquiera en nuestro pasado, presente o refe­rencia futura.

¿Somos biológicamente incapaces de percibir cualquiera de estos eventos o tenemos puntos psicológicamente ciegos, como mecanismos de defensa para prevenir el vernos sobrecogidos por la realidad como en verdad es? Nuestros sistemas nerviosos nos permiten percibir úni­camente hasta un cierto grado, es cierto, pero más allá de esta limita­ción, mi manera de pensar es que algún elemento psicológico nos hace bloquear mucha información que podríamos percibir de otro modo.

Si pudiéramos remover estos puntos ciegos y agrandar el foco de nuestra atención, creo que llegaríamos a darnos cuenta de estos otros sucesos, y que la telepatía, precognición y clarividencia, serían méto­dos normales y prácticos para obtener información. En otras pa­labras, creo que las habilidades de PES son naturales y que las hemos negado debido a que parecen contradecir nuestras ideas de la realidad.

Puedo escuchar rápidas objeciones emocionales. "No, si pudiéra­mos hacer todo eso, ¡sabríamos cuándo íbamos a morir!" Pero su­pongamos que viéramos más allá del punto de la muerte, descubrien­do para nuestra gran sorpresa, que todavía estábamos conscientes, no sólo de nosotros mismos como "éramos", sino de otras porciones de nosotros mismos como de las que no nos habíamos percatado. Supon­gamos de hecho que Seth tiene razón: nosotros únicamente habita­mos la carne, existimos dentro de ella, pero somos independientes de ella.

Nos identificamos con nuestros cuerpos, como ciertamente los psi­cólogos nos dicen que debemos hacer. Pero esta identificación se basa en la idea que, sin el cuerpo, no existe el yo. También supone que todo conocimiento nos llega a través de los sentidos físicos. Obviamente, de acuerdo con esta idea, no podríamos percibir nada si estuviéramos fuera de nuestro cuerpo. De hecho, no habría un yo del cual salir, para empezar, puesto que nuestra conciencia sería resultado de nuestros mecanismos corporales. Este es el punto de vista ortodoxo de muchos científicos y psicólogos.

La religión organizada se concreta a sostener la idea opuesta: que la identidad del hombre es independiente de la materia física, después de la muerte. Sin embargo, a menudo mira con recelo cualesquiera inves­tigaciones que pudiera,, demostrar que el hombre está sacando ventaja de esa independencia ahora. Si bien predica la supervivencia del alma, se muestra sospechosamente desinteresada en estudiar casos en los que parece haber comunicación entre los vivos y los "muertos".

No obstante, yo realmente creo que los hechos son claros para cual­quiera con suficiente amplitud de mente para ver dentro del campo de la parapsicología, o que sea lo suficientemente abierto para hacer su propia experimentación dentro de la naturaleza de la conciencia. Los hechos deberían ser claros para cualquier persona que haya llegado a experimentar un sueño premonitorio válido, un suceso clarividente, o comunicación telepática.

Los hechos de mi experiencia y la de otros, son éstos. Estamos hasta cierto punto libres de nuestros cuerpos físicos. Podemos ver, sentir y aprender mientras nuestra conciencia está separada de la forma física. Podemos percibir fragmentos del futuro. Tenemos acceso a informa­ción que no llega a través de los sentidos físicos. Si quisiera hacerlo, la ciencia puede requerir cien años para aceptar estas ideas. Mientras tanto, estos son todavía hechos. La alucinación no se halla involucra­da, a menos que yo esté sufriendo una mientras escribo esta página, bebo mi café y siento una honesta indignación porque algunos limiten nuestras facultades para proteger conceptos limitados. ¿Por qué de­bíamos dar por sentado que estos conceptos son correctos, si contradi­cen nuestra experiencia?

Desde la publicación de mi primer libro sobre PES, muchas personas me han escrito para darme a conocer sus propios casos de telepatía, clarividencia, precognición o proyección. Algunos me han confiado experiencias que han callado hasta a sus parientes más cercanos. Sa­bían que tales cosas no se suponía que ocurrieran y tenían miedo de que un suceso extrasensorial arrojara dudas sobre su propia estabili­dad mental o emocional.

En cierta forma yo me porté igualmente mal: me cuestioné a mí misma y a mis experiencias en cada esquina, y todavía continúo haciéndolo. Pero, por lo menos, no permití que conceptos ya pasados de moda dictaran qué porciones de mi propia experiencia podía yo aceptar como reales, y qué porciones debería rechazar. Pero si no hubiera sido afec­tada por tales ideas, podría haber aceptado mis experiencias psíquicas iniciales más libremente y examinándolas de todo corazón. En vez de ello, particularmente al principio, yo me sentí tan asombrada como deleitada con cada nuevo progreso.

Estas experiencias me han enseñado esto: Somos personalidades multidimensionales ahora, tú, yo y cualquier otro. Creo que la con­ciencia se congrega exactamente igual como lo hacen los átomos y las moléculas; que hay masas de conciencia, del mismo modo que hay masas de materia; y que nosotros somos parte de estas masas o núcleos, lo sepa­mos o no. Poco sabemos respecto a nuestra propia psicología y menos aún en lo concerniente a la índole de la conciencia. Para aprender más debemos estar dispuestos a examinar nuestra propia conciencia, individualmente. Al hacerlo, estoy convencida que descubriremos una individualidad mayor, unidad y sentido de identidad. Al apegarnos tan estrechamente a los confines de la conciencia egoísta, orientada físicamente, tal vez nos estemos cerrando nosotros mismos a las respuestas de nuestras interrogantes más profundas, conocimientos que pueden ayudarnos mucho más inteligentemente con la vida física.

Mi propia labor estriba en tal investigación. Yo considero mis expe­riencias psíquicas, las sesiones con Seth y toda mi relación con éste, como una aventura de aprendizaje, aventura continuada. Creo sincera­mente que el Material de Seth contiene introspecciones e información concerniente a la naturaleza de la realidad que tan urgentemente nece­sitamos. Las teorías expanden el significado de individualidad y nos desafían a aceptar el yo más grande que tanto la ciencia como la reli­gión, en diversos momentos, nos han enseñado a negar.

Sobre todo, estoy segura que Seth es mi canal al conocimiento reve­lado y, por esto entiendo conocimiento que es revelado a las porciones intuitivas del yo, más que descubierto por las facultades del razona­miento. Tal información revelada es accesible a cada uno de nosotros, según creo, hasta cierto grado. De ella brotan las aspiraciones y logros de nuestra raza. Pienso que el conocimiento revelado llega primero en la forma de intuiciones, sueños, corazonadas o experiencias como las mías y que el intelecto usa luego la información proporcionada. Am­bos son importantes.

Respecto a qué o quién es Seth, su calificativo de "personalidad de esencia de energía" parece tan cercana a una respuesta como cual­quiera que pudiera recibir. No creo que sea parte de mi subconsciente, como suelen usar ese término los psicólogos, o una personalidad se­cundaria. Más bien creo que tenemos un supracónsciente que está muy "por arriba" del yo normal, como el subconsciente está "abajo" de él, aunque Seth sostiene que no existen niveles reales del yo: los térmi­nos sólo hacen que las cosas sean más simples. Yo adjudico aptitudes de PES a esta supraconciencia y pienso que tiene acceso a información respecto a la naturaleza de la realidad, que no tienen normalmente las porciones egoístas de la personalidad. Puede ser que Seth sea la perso­nificación psicológica de esa extensión supraconsciente de mi yo normal.

De ser así, ¿qué tan independiente sería? La pregunta no puede con­testarse con facilidad. Ciertamente no estaría presente dentro de mi estructura de personalidad como yo la conozco. No creo, por ejemplo, que su presencia sería revelada por cualquier prueba psicológica de mi propia personalidad. La relación inherente quedaría dentro de foco durante una sesión, sin embargo, cuando la identidad supraconsciente tomara el mando.

La cuestión del sexo de Seth también se suscita aquí. Para mí al me­nos, las porciones intuitivas de la mayoría de las personalidades pare­cen tener características femeninas, más que masculinas. Si Seth fuera sólo mi yo intuitivo superior, esperaría que fuera femenino o que fuera del tipo pseudomasculino de macho, carácter que tan frecuente­mente crean las mujeres escritoras. Por lo regular los varones instantá­neamente reconocen caracteres trazados de esta manera como exage­radamente románticos. Si bien Seth no es "abiertamente" masculino, en sus acciones y lenguaje es más el tipo de hombre que inventaría otro hombre que el tipo de hombre que crearía una mujer. A los hombres les agrada. Aunque es un maestro, tampoco es básicamente el "guía espiritual" estereotipado. Simplemente es él mismo, lo que puede, después de todo, ser el distintivo de su propia existencia independiente.

Su efecto sobre otros es inmediato. Aparentemente tiene conside­rable "presencia". Reacciona ante otros y se relaciona mucho mejor de lo que yo hago con gente de diversas formas de vida. Como lo de­muestran los extractos, no obstante, ha dejado ver claramente que las características por las cuales le conocimos son solamente una porción de su personalidad, y aquellas que él encuentra de más ayuda para atraer nuestra atención y entregar el material.

Rob alguna vez preguntó a Seth si siempre se hallaba accesible a no­sotros para una sesión y la respuesta de Seth demuestra claramente que tenemos más que una simple relación equitativa. Yo confío en las respuestas que recibimos y pienso que son declaraciones honestas res­pecto a una conexión psicológica complicada.

 

De las sesiones 458, 20 de enero de 1969:

 

"Ahora bien, en lo que respecta a mi disponibilidad para sus se­siones, ustedes son capaces, dentro de las condiciones que hemos fija­do y con mi ayuda, de llamar a los elementos de mi personalidad con los que se han familiarizado. Una forma de carta o comunicación vita­lizada de cuatro dimensiones, en la que, si me perdonan el término, la médium es el mensaje.

"En ciertas formas, Ruburt se ha convertido en un telegrama vitali­zado. Cuando ustedes envían una comunicación o un telegrama, me­ramente envían palabras. Yo envío porciones de mí mismo. No necesita verse involucrada toda mi esencia. En otras palabras, no me es necesa­rio estar enteramente enfocado dentro de su dimensión, sino que estoy suficientemente enfocado para cumplir con nuestras citas. El puente psicológico del que he hablado, sin embargo, también nos sirve per­fectamente y éste existe tanto por parte de Ruburt como de la mía.

"Una cierta porción de mi realidad, por tanto, es accesible a ustedes durante las horas señaladas y la labor de puente siempre se halla dis­ponible. Usándola Ruburt puede acudir a mí en otras ocasiones. Usándola, yo puedo acudir a ustedes. Esto no necesariamente signifi­ca que tal llamado siempre se cumplirá con una respuesta afirmativa por cualquiera de nuestras partes o que se logrará el contacto.

"Es como si se tratara de dos partes de un puente, como un puente levadizo, y que estas dos partes deben encontrarse. (Con anterioridad Seth había explicado que este "puente psicológico" era construido por ambos de nosotros.) Cuando deseen estar en contacto conmigo en otras ocasiones, aparte de (las) usuales, yo tal vez me halle fácilmente accesible o no. Su propia necesidad emocional me sería conocida. Si esa necesidad fuera poderosa, yo, claro está, respondería a ella, de igual modo que ustedes no pasarían desapercibida la necesidad de un amigo. Sin embargo, no estoy automáticamente accesible, de la misma manera que ustedes no lo están."

Ambos sabemos que algunas sesiones parecen más "inmediatas" que otras y ahora, conforme Seth proseguía, vimos por qué.

"Sin embargo, yo soy automáticamente una parte del mensaje que les traigo. En ocasiones estoy `aquí' de manera más completa que en otras sesiones. Estas razones a menudo tienen que ver con circunstan­cias por lo regular fuera de nuestro control normal: condiciones electromagnéticas o circunstancias psicológicas. Éstas podrían consi­derarse corno condiciones atmosféricas por las que debo viajar.

"Como ya he dicho, hasta cierto grado se halla involucrada la pro­yección, tanto de mi parte como de la de Ruburt. Tu propia presencia (la de Rob) también es importante, bien sea que estés presente o no en cualquier sesión dada... Ahora, cuando contemplas, digamos, la te­levisión educativa, ves al maestro y éste habla. Él tal vez no esté hablando en realidad en ese instante, pues quizás lo que estás viendo es sólo una película; pero el maestro existe, tanto si está hablando en ese momento en persona como si no y su mensaje es legítimo. Así aho­ra ves a Ruburt como mi pantalla de televisión. . . No hay diferencia en que yo esté o no hablando dentro de Ruburt ahora... o si lo hice la noche anterior durante su sueño y en este momento se trata de una pe­lícula o una reproducción.

"Repitiendo: el médium es el mensaje en el Presente Espacioso -dijo Seth sonriendo- y cuando se llega el momento del programa, yo es­toy aquí en tu presente, fuera cual fuese el lugar en que me encuentre, tú lo denominarías mi presente. . . Yo puedo preparar mi película de antemano, cuando Ruburt no se percata conscientemente de ello. Esto no significa que tal sesión sea menos legítima."

Seth continuó diciendo que yo había dado mi permiso para ese arre­glo y que mucho de nuestro trabajo proseguía mientras yo dormía o estaba de otro modo ocupada. "Esto no significa que yo use a Ruburt como si fuera marioneta y llenara su boca con cintas, como si fuera una grabadora y que tú estés siempre escuchando reproducciones, o que emocionalmente yo no siempre me encuentro con ustedes en las sesiones. Quiere decir que en tales comunicaciones multidimensiona­les, se halla involucrado más de lo que supones.

"El maestro está dentro de la cinta; la personalidad es condensada. Tu pregunta surge del sentimiento de que si yo estoy aquí, no puedo encontrarme en otro lugar al mismo tiempo y que todas mis energías deben estar enfocadas aquí, si yo estoy aquí. Existen aspectos de mi identidad con los cuales no estás familiarizado... aunque tal vez lo llegues a estar en un momento `ulterior'.

"No todos los canales están todavía trabajando en este escenario, como verás -exclamó Seth de buen humor-. Tú sabes de mí todo lo que eres capaz de saber en cualquier momento dado, según tus térmi­nos. Resultaría relativamente imposible para mí hacer totalmente clara mi realidad para ti, puesto que tu comprensión no la entendería. Ahora, toma un periodo de descanso. No nos gustaría que estallara un bulbo..."

Obviamente, he evitado llamar a Seth un espíritu y dejar las cosas así. No me gusta esta frase, por una parte y, por la otra, creo que esto sería una respuesta demasiado sencilla. Al aceptar una solución, tal vez estemos cerrando nuestra mente a otras que se hallan detrás. No quiero decir que Seth sea simplemente una estructura psicológica que me permita sintonizarme con el conocimiento revelado, ni negar que po­sea una existencia independiente. Pero sí creo que en las sesiones algún tipo de mezcla debe tener lugar en cualquiera de tales comunicaciones. Seth se halla en un extremo y yo en el mío. Aquí convengo con Seth. No creo que sea una cuestión relativamente simple de un médium el nada más cerrarse y actuar como una conexión telefónica. Creo que Seth es parte de otra entidad y que es algo diferente de, digamos, un amigo que ha "sobrevivido" a la muerte.

No encuentro estas ideas contradictorias. Seth podría todavía ser parte de una antigua entidad y Seth Dos otra porción más evoluciona­da, según nuestros términos. Si la vida física evoluciona, ¿por qué no la conciencia misma? No encuentro difícil aceptar la posibilidad de que pudiéramos ser fragmentos independientes de tales entidades o masas de conciencia; y, si se concede esto, algún tipo de comunicación entre nosotros sería posible. Todos estaríamos formados del mismo "material" mental, cualquier cosa que sea ese material. Sin embargo, para nosotros tales experiencias parecerían sobrenaturales.

Seth Dos dijo que ciertas porciones de mi personalidad actuaban como ventanas transparentes en estas otras realidades de conciencia. De ser así, deben existir muchas tales "ventanas". Seth Dos tal vez haya evolucionado casi más allá de nuestro entendimiento. La "distancia" por sí sola haría que la comunicación fuera difícil y tal vez sean nece­sarios una serie de traductores; Seth podría ser uno de ellos.

Yo misma tengo muchas preguntas. Por ejemplo, ¿qué tan cons­ciente es Seth cuando no está hablando a través de mí? Si él es mi ven­tana a otras realidades, ¿yo soy su ventana a la vida física? Mi idea es que Seth está plenamente consciente pero en otras dimensiones de exis­tencia. Pero esto sólo nos lleva a la pregunta: ¿Cómo es la vida no física?

Seth ha prometido escribir su propio libro, dictado durante se­siones, en las que dará respuesta a algunas de estas interrogantes: "En mi libro, demostraré la personalidad desde dentro y hacia fuera, por decirlo así. . . Hasta cierto grado, relataré mis propias experiencias; pero espero que mi libro también dará un panorama de la naturaleza de la realidad como la ve alguien que no se halla aprisionado dentro del sistema de tres dimensiones.

"El libro implicaría un estudio de las características de un médium, no desde el punto de vista de ese médium, sino desde la perspectiva de la personalidad para quien habla. Involucraría un examen de tu sistema de realidad, según me parece a mí...

"Dejaría ver clara la naturaleza y condiciones en las que yo ahora tengo mi existencia, y explicaría algunas de las razones para las tan a menudo contradictorias declaraciones hechas, concernientes a la vida después de la muerte, aseveraciones recibidas por diversos médium en que se reciben cuadros por completo diferentes de la realidad después de la vida.

"Tal perspectiva incluiría asimismo mis métodos de entrada a tu sis­tema y la clase de personalidad de puente psicológico que resulta. Una vez más: lo que tú recibes en sesiones no es mi identidad completa. Debe haber alguna forma de estructura psicológica presente para que yo use durante mis comunicaciones. Sin embargo, en ocasiones mi identidad entra con bastante claridad, por lo que hablando comparativamente, puedo existir independientemente como yo mismo, sin la ayuda de Ru­burt.

"Tal libro nada tendría que ver con los escritos propios de Ruburt, que progresarían a su propio ritmo. El libro llevaría mi nombre, pero lo dedicaría a ustedes," dijo con una amplia sonrisa.

-¡Eso es magnífico! -exclamó Rob secamente.

Naturalmente, no reclamo que el material represente conocimiento puro y no distorsionado. Esta cuestión de distorsión se presentó quizás por quincuagésima vez en la sesión 463°. Después que hube fir­mado el contrato para este libro, nuestra amiga Peg Gallagher estaba preparando un artículo respecto a Seth para nuestro periódico local y concurrió a una sesión para obtener material. Después de varios co­mentarios en broma a Peg ("Algún día yo te entrevistaré a ti"), Seth empezó a hablar sobre distorsiones.

"Ahora bien, tanto si un médium está en un trance tan profundo como el Océano Atlántico, como si no, el médium no será un canal puro. Simplemente tendrá que rebasarse el ego; pero las otras capas del yo y las estructuras neurológicas, continuarán funcionando como siempre. Serán alteradas por las percepciones que pasan a través de ellas."

Prosiguió diciendo que la comunicación verbal no es una regla. No es usada por entidades más avanzadas ni por otras menos desarrolla­das que nosotros. Con objeto de que tenga sentido para nuestros yos tridimensionales, la información debe ser "exprimida" y esto por sí solo es causa de cierta distorsión.

"Las palabras que yo pronuncio para ti, transmiten información, pero las palabras no son información, sino únicamente conductoras verbales de ella.

"La información raras veces puede fluir como agua cristalina, con el médium (actuando) como grifo que se abre y se cierra a voluntad. Debe ser filtrada a través de diversas capas de la personalidad del mé­dium. El sistema nervioso reacciona ante los datos, incluso como los traduce. Nada es neutral en esos términos. La información se recibe y se traduce, como debe ser, en mecanismos que el sistema nervioso pueda manejar e interpretar. Al igual que cualquier otra percepción, la información entonces se torna en parte de la estructura del sistema nervioso. No puede ser de otro modo.

"Cualquier percepción altera instantáneamente los sistemas electro­magnéticos y neurológicos del perceptor. Según tus términos, en esto consiste la percepción: una alteración de la estructura neurológica. Los mecanismos receptores cambian ellos mismos y son cambiados por lo que perciben. Estoy hablando aquí de la naturaleza física de cualquier percepción.

"Es una contradicción lógica imaginar, con sus estructuras físicas, que cualquier percepción pueda recibirse sin que se altere la situación interna del perceptor. Estoy procurando hacer que esto sea tan claro como sea posible: la información automáticamente se mezcla y se ve entremezclada y enmarañada con toda la estructura físicamente válida de la personalidad.

"Cualquier percepción es acción y modifica aquello sobre lo que ac­túa y, al hacerlo, se ve cambiada por sí misma. La más leve percepción altera todo átomo dentro de tu cuerpo. Éste, a su vez, emite ondas por lo que, como sabes, la más mínima acción se siente en todas partes."

Seth continúa dando ejemplos de los diversos tipos de distorsión que pueden ocurrir en la percepción, normal y extrasensorial. "Ahora bien, Ruburt o cualquier individuo con muy poco humor, podría mal interpretar la información exagerando los elementos pesimistas. Las personas propensas a la necesidad de autocastigo, consistentemente malinterpretarán cualquier percepción de esta manera."

Conforme Seth continúa explicando la índole de la percepción, se hace obvio que la percepción física misma configura la realidad dentro de ciertas formas. Incluso la percepción extrasensorial debe traducirse en términos físicos, si es que queremos percatarnos conscientemente de ella. El Material de Seth revela lo que hay detrás de la realidad normal que conocemos; pero la misma traducción en palabras debe, por nece­sidad, distorsionar el significado.

Además de esto, existen otras variables. Seth no es estático; no simple­mente entrega metódicamente el material como si fuéramos grabadoras. Responde a preguntas, por lo que, hasta cierto punto, las preguntas que se le formulan a él a veces le hacen modificar la forma particular en que discute un tema determinado.

Puesto que es bastante sensitivo, debe verse afectado por su relación con nosotros (aunque, quizá, no en el mismo grado en que nosotros nos vemos afectados por él). No hay duda de que mi propia personali­dad ha crecido conforme se ha acomodado a la experiencia de Seth. Yo tuve que aprender a manejar más estímulos que nunca antes y mantener la estabilidad general conforme aprendí a desarrollar facul­tades latentes. Esto ciertamente involucró esfuerzos y tensiones, así como recompensas; pero ninguna que no pudiera resolverse con cierto grado de humorismo y algo de sentido común. Cuando siento la necesidad de descanso, me tomo un respiro, que Seth respeta con mucha gracia.

Con todo lo que Seth nos ha dicho respecto a los potenciales del hombre, debo admitir que en ocasiones nos hemos preguntado por qué la raza no está más desarrollada moral y espiritualmente.

Cierta noche, antes de nuestra sesión regular del miércoles, Rob y yo nos sentimos muy perturbados por la situación del mundo en general. Estábamos sentados conversando y Rob preguntaba en voz alta por qué nos comportábamos en el mundo como lo hacíamos.

-¿Qué sentido real o propósito se halla tras todo esto? -pregun­tó-. Puede concederse que parte de nosotros sabe lo que estamos ha­ciendo; sin embargo, parece que tenernos una inclinación a destruir el planeta, si no a través de la guerra, a través de la contaminación.

-No lo sé -repuse. Me sentía tan mal corno él.

Esto ocurrió el 6 de noviembre de 1968 y, a partir de esa noche ce­lebramos una serie de sesiones que tenían que ver con las preguntas que ocupaban nuestra mente en primer plano. Esa noche en particu­lar, nuestra sesión 446, la otra personalidad, Seth Dos, entró con esa su voz distante y clara.

Entre otras cosas, Seth Dos afirmó: "La raza humana se halla en una etapa a través de la cual viajan diversas formas de conciencia.. . Antes de que puedas ser admitido en sistemas de realidad que son más extensos y abiertos, debes primero aprender a manejar la energía y ver, mediante la materialización física, el resultado concreto del pen­samiento y la emoción. Del mismo modo que un niño gusta de fabri­car pasteles de lodo, ustedes forman su civilización de pensamientos y emociones, y luego contemplan lo que han creado.

"Cuando abandonas el sistema físico, tras varias reencarnaciones, has aprendido la lección y, literalmente, dejas de ser un miembro de la raza humana, pues entonces eliges abandonarla. Únicamente el yo consciente habita simultáneamente dentro de otros sistemas de adies­tramiento. En sistemas más avanzados, los pensamientos y emociones son automática e inmediatamente traducidos en acción, hacia cual­quier clase de materia que exista allí. Por lo tanto, las lecciones deben enseñarse y aprenderse bien.

"La responsabilidad por la creación debe entenderse con toda clari­dad. Hasta cierto punto, ustedes se encuentran en un salón aislado y a prueba de ruidos. El odio crea destrucción en ese `salón' y hasta que se aprendan las lecciones, la destrucción sigue a la destrucción.

"Según los términos de otros sistemas, ese tipo de destrucción no existe, mas tú crees que sí lo hace, y las agonías del morir se sufren con amargura. Asimismo, se siente amargamente una pesadilla vívida, pero ésta se deja atrás con rapidez. No es que se te deba enseñar a no destruir, puesto que la destrucción no existe en realidad. Es que debes ser enseñado y adiestrado a crear con responsabilidad. Tuyo es un sis­tema de adiestramiento para la conciencia emergente.. .

"Este adiestramiento te servirá para la existencia en una variedad de sistemas interrelacionados. Si las penas y agonías dentro de tu sistema no fueran sentidas como reales, nunca se aprenderían las lecciones.

Los maestros dentro de tu sistema son aquellos que se encuentran en su última reencarnación, así como otras personalidades que han aban­donado el sistema pero que han recibido la asignación de ayudar a los que todavía se encuentran allí.. .

"Están tratando con la transformación de energía emocional en ac­ción y forma. Entonces actúan dentro del sistema que ustedes mismos han creado y, por sus efectos, aprenden dónde han tenido éxito y dónde han fracasado. El sistema incluye algunas personalidades fragmenta­rias, que están entrando por vez `primera', así como aquellas en reen­carnaciones posteriores.

"La humanidad sueña el mismo sueño simultáneamente y ustedes tienen un mundo de masas. Toda la construcción es como un juego educacional en que ustedes son los productores a la vez que los acto­res. Existe un juego dentro de un juego, dentro de otro juego. No hay fin al `interior' de las cosas. El soñador sueña y el soñador dentro del sueño sueña; pero los sueños no carecen de significado y las acciones dentro de ellos son significativas. El yo total es el observador y a la vez participante en los papeles."

Las sesiones con Seth todavía continúan, dos veces a la semana. Los temas de Seth y el alcance de la conversación se amplían y crecen con­tinuamente. Si lo que tenemos Hasta ahora es un "esbozo", entonces es realmente notable.

Como dice Seth Dos: "No es que tu ser exista en una realidad infe­rior. Es que no has aprendido a reconocer el grado de la realidad en que vives." Espero que este libro y el Material de Seth hayan permitido al lector vislumbrar su propia existencia multidimensional.

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