12 - DESPERTAD, QUERIDOS AMIGOS, DENTRO DE VUESTRO SUEÑO

Como especie de la vida, estáis equipados para el momento en el que se os requiere dar un salto de fe.

Nosotros os contamos historias que os ayudan a evolucionar. Podéis elegir entre si queréis creerlas o no. No obstante, si elegís creerlas también debéis estar dispuestos a soltarlas y daros cuenta de que ya no os sirven. En estos momentos, todos nuestros intentos y propósitos sirven para confundiros hasta que lo veáis claro, además, queremos crear contradicciones insolubles dentro de los patrones de pensamiento que ocupan las células de vuestro Ser.

 

Cambiáis cuando pensáis en nuestras palabras. Los días que tenéis por delante estarán llenos de un esplendor majestuoso. Hace algún tiempo, vuestro mundo físico también ofreció una belleza original para que la exploraseis. Estáis creando una oportunidad para trascender la realidad tridimensional y para poder entrar en los túneles del tiempo donde los mundos y realidades tienen una mayor variedad y flexibilidad.

 

Vuestra tarea consiste en sanaros mientras avanzáis en la caza del tesoro a través de los túneles del tiempo. Hemos compartido muchas claves con vosotros y otras tantas que no hemos mencionado. Tenéis que transformaros como totalidad de la fuerza de la existencia, equilibradamente, en vuestro momento del «ahora» que se expande de manera continua.


Os hablamos porque sois humanos que estáis evolucionando —sois embajadores de la luz—. En estos momentos estáis dispuestos a hacer descubrimientos sin precedentes. Estáis maduros, debido a vuestra propia exposición y búsqueda, para elegir. Cuando nosotros viajamos a vuestra realidad aprendemos por el mero hecho de observar el proceso de vuestra resistencia, de vuestro aprendizaje y creación de vida. En estos momentos, podéis consideraros en el punto álgido del viaje vital. En el momento en que os sentís atraídos por nuestras palabras, el fin está cerca.


Todas las cosas que hemos compartido con vosotros, a lo largo de los once capítulos anteriores, fueron diseñadas para que profundicéis más en vuestro trabajo interno. Habéis visto las creencias e ideas en torno a las cuales se estructura el Ser —debido a la elección, debido a las influencias visibles e invisibles de la Tierra y de los cielos— ¿Qué importa? No repudiéis la realidad. Habéis creado ahora una oportunidad. A estas alturas estáis equipados para agradecer lo que sabéis y a dónde habéis viajado. En esta historia del «doce» habéis aprendido más cosas sobre quiénes sois.


La idea del «doce» está impresa y profundamente enraizada en vuestro ser físico. El «doce» es un código que ha sido utilizado por muchos seres sensibles para entrar en vuestra realidad. Hoy vivís vuestro mundo gracias a ciertos acuerdos matemáticos de lo que es la realidad. Hay numerosas bases matemáticas para las cuales se pueden utilizar números e interpretaciones.

 

La mayoría de vosotros está de acuerdo con aquello que se enseña y se utiliza y os creéis que es lo único. La idea del «doce» coincide con la base matemática y el punto de vista comúnmente aceptado. La historia del «doce» es mucho más grande que esta base; no obstante, encaja bien. Se os puede influenciar gracias a esta estructura y se puede establecer una forma de guiaros para que os acerquéis a la realidad.


¿Os podéis imaginar que, sea a donde sea que viajéis a lo largo de la vida y de toda la existencia, siempre habrá un camino? Imaginad que estáis conduciendo un coche, viajando por las autovías pero nunca miráis atrás ni os atrevéis a alejaros de las carreteras asfaltadas.

 

Podéis ver lo que hay al lado de las carreteras pero vuestro vehículo sólo funciona sobre la carretera asfaltada y por eso sólo podéis ir a donde haya una carretera y nunca podéis dar un paseo andando. Comprended que la huella del «doce» es como una carretera —ya sean los doce signos del zodíaco, las doce horas del reloj, los doce capítulos de este libro o las doce marcas de vuestra identidad en forma de filamentos del ADN o los doce chakras de energía—. Todas estas cosas son carreteras que atraviesan el cosmos y alrededor del cual, habéis viajado como seres inteligentes.


Nuestra intención es ayudaros a que seáis plenamente concientes de que os encontráis en una «autovía» de doce formas energéticas. Si de verdad podéis aprehender esta gran influencia del «doce», tal vez os será más fácil ver a dónde os conducen las carreteras cósmicas. Estáis preparados para encajar, como modelos de pensamiento universal, en doce carreteras. Esto forma parte de las enseñanzas que están codificadas en este libro.

 

La comprensión de las doce carreteras energéticas, que os llevan a lugares distintos en esta existencia que os une, implica unos niveles muy profundos de creación. Cuando comprendáis que estas carreteras os conducen a los grandes cambios de conciencia que estáis acumulando y viviendo como conciencia colectiva, ello acelerará el fin de la realidad tal como la conocéis ahora. Con todo, un fin es un momento colmado, instante en el que os reunís y os quedáis esperando el comienzo aún invisible. Como especie de la vida, estáis equipados para el momento en el que se os requiere dar un salto de fe.


Puede que os preguntéis:

«¿Y de qué me sirve saber lo que sé? ¿Qué me aporta el hecho de saber ahora que soy un miembro de la Familia de Luz? ¿Que tal vez sea un pleyadiano? ¿De qué me sirve saber que la Tierra es valiosa, que yo soy valioso, que si camino sobre la Tierra y busco puedo encontrar sus secretos de ilimitada majestuosidad, sus lugares sagrados y sus sinfonías de círculos que hablan silenciosamente? ¿Por qué necesito saber cosas sobre los «Lizzies» y sobre la Diosa y sobre mi cuerpo?

 

Y, ¿cómo es esto de un espacio dentro de mí para que otros puedan fusionarse conmigo y asomarse a través de mis ojos? Y, si es verdad que otros se fusionan conmigo, ¿perciben ellos el mismo mundo que veo yo? ¿O, acaso, el hecho de que otros se fusionen conmigo hace emerger otros mundos y que yo mismo emerja desde estos otros mundos? ¿Qué es la posesión? ¿Qué significa fusionarse y emerger aquí en la Tierra a finales del siglo veinte? ¿Que tienen que ver mis glándulas y mi cuerpo con todo esto?

 

Y, ¿a dónde me conduce la sexualidad en este contexto?»

Ahora bien, mientras vosotros examinéis estas cuestiones, a nosotros nos gustaría preguntaros:

¿Qué profundas novedades estáis descubriendo al aprender a abrir vuestros lugares sagrados personales a los secretos de vuestras propias ataduras de la conciencia? ¿Con qué os encontráis cuando topáis con muros y cuando veis los misterios más profundos de vosotros mismos?

Si conseguís aprender a transformar la energía y a no juzgar, llegaréis a un lugar exaltado que os conducirá más allá del momento, hacia un aspecto mucho más amplio del tiempo —un tiempo que está estructurado de una manera muy diferente a la que conocéis—. El tiempo, según vosotros, está regido por números. Una vez mas os encontráis con la historia del «doce», encapsulada en el tiempo, definiendo quiénes sois dentro de este círculo.

 

Así que, cuando completéis el ciclo del «doce» en este libro, deberíais reflexionar y considerar el tiempo según un nuevo punto de vista. Daos cuenta de que es una estructura mediante la cual otras formas de la existencia usan la herencia matemática como un lenguaje para expresar la geometría.


Pensad en la geometría del tiempo que conecta los ciclos que vosotros creéis existen fuera de vosotros —las rotaciones de los planetas y de la Luna. ¿La luna es una computadora? ¿Un ojo en el cielo? ¿La Madre Diosa? ¿Un lugar de bases secretas? ¿Una estación de aprovisionamiento? ¿Una biblioteca cósmica? ¿Un almacén de sabiduría antigua? La Luna es una creadora de magia y un rotador de ciclos, la energetizadora de vuestras mareas internas y una deidad acuosa de la Gran Madre. ¿Qué es la Luna en relación al Sol?

 

Esto es lo que debéis explorar durante vuestro viaje de autodescubrimiento.


El Sol es el gran regente maestro, el gobernador de vuestro sistema solar —¿quiénes sois vosotros sin luz?—. ¿Quién posee la luz? Y, ¿quiénes, de verdad, son luz? Y, ¿cuáles son las formas energéticas que le rodean, estos regios planetas que, según vuestras creencias, existen en vuestro sistema solar y que están esparcidos como perlas en todo el espacio cósmico —joyas tan bellas como la propia Tierra—?

 

Hay gente que se mofa de la idea de que cada una de estas resplandecientes formas que habitan en el espacio contiene inteligencia.


Nosotros, sin embargo, que existimos muchas veces en estas rocas brillantes del espacio, nos asombramos cuando alguien no comparte las grandiosas ideas que en estos momentos bombardean vuestro planeta. No permitáis que aquellos que ejercitan la autoridad os quieran limitar. ¡Elevaos! Cuando decidís elegir una visión más amplia de la realidad, entráis en un estado exaltado de conciencia. Es decir, que estáis dando un papel más importante a cada cosa en vuestra vida y funcionáis desde el centro de vuestra propia autoridad.


Cuando viajáis a este punto que es la suma total de quiénes sois, llega el momento de compartir vuestro conocimiento con vuestra familia, sociedad y cultura. Hay muchos de vosotros que ya estáis preparados. Tenéis el deber de compartir lo que sabéis —no se trata de predicar o sembrar miedo o arar el campo para otros, pero sí de vibrar en la totalidad de lo que sois—. Tenéis que comprender y abrazar todas las cosas que configuran una sociedad —vida, muerte, nacimiento, niños y todos los miembros de una sociedad, jóvenes y viejos, y no sólo aquellos que consideráis productivos—. Ocurrirán cambios radicales. Tened compasión al poner en práctica todas las cosas que habéis aprendido.


Como conciencia colectiva os estáis enfrentando al karma en su totalidad, ahora que la era de Piscis concluye su acto final y su propósito. El karma se está desarrollando de acuerdo con las leyes universales de causa y efecto. Con un gran gesto de generosidad, el karma permite que las creaciones de la existencia vuelvan a su autor. Y vosotros sois éste. Os estáis enfrentando a un retorno particular de lo que habéis creado.

 

Es crucial que sepáis esto ahora.

 

Muy al principio de este diario hemos explicado que nosotros estamos aquí, vivenciando la Tierra, debido a nuestro karma. A vuestra manera, también vosotros habéis llegado a este punto. Así que es importante que reviséis vuestras vidas, os apartéis un poco y os convirtáis en observadores, los grandes observadores de vuestro viaje a través del «doce». ¿Quiénes sois y cómo habéis empleado vuestro propio Ser durante el viaje a través de la tabla de la conciencia —este juego de doce ciclos vitales, o doce influencias que giran y giran y completan una y otra vez el círculo—? ¿Podéis salir de este círculo? ¿Qué sabéis? ¿Y qué vais a hacer con lo que sabéis?


Nosotros existimos en un lugar en el tiempo que está más allá de donde vosotros podéis ser en estos momentos, sin embargo, el lugar en el que existimos ocupa el mismo momento que vosotros. Aprenderéis a adentraros más profundamente en vuestros momentos y cómo descubrir que hay una encantadora melodía sin fin que os seduce a seguir.

 

Queremos que comprendáis que aquello que buscáis, de alguna manera, siempre está justo delante de vosotros. No os carguéis con esta idea. Comprended que durante la misma búsqueda os animáis y os inspiráis con vuestra propia imaginación. Nuestra intención es presentaros con una visión del propósito para que os inspiréis a vivir más. No podemos hacer vuestra vida. Sólo vosotros, vosotros mismos, podéis hacerlo.


Usando el poder de vuestra kundalini y dirigiendo esta fuerza hacia una visión en expansión continua del paraíso y hacia la vibración del éxtasis, seréis guiados desde un momento al siguiente. El paraíso existe. Esta es la verdad. Todos lo estáis buscando y, además, lo vais a encontrar. Lo reconoceréis como un momento de felicidad absoluta. No es un lugar estático donde viviréis y os aburriréis; es un momento de felicidad.

 

Muchas veces, lo buscáis delante de vosotros, siempre esperando cuándo va a aparecer. Cuando vivís totalmente un instante entonces podéis reconocer que estáis en un momento de felicidad. O, podéis mirar atrás y daros cuenta de que habéis vivido muchos momentos de felicidad. Podéis mantener la frecuencia de la felicidad, sabiendo que una y otra vez habéis creado este momento de expansión continua, espontáneo y sincronizado y que os empuja a seguir avanzando.


Cuando lleguéis al punto de cierre y de cumplimiento, en el duodécimo sector, habréis llegado de verdad al lugar del karma. Es un conjunto de lecciones, cuando la suma total de lo que habéis puesto en marcha vuelve hacia vosotros, completando un ciclo. Hay varias maneras de manejar esta comprensión.

 

Podéis sentiros atrapados y esclavizados por ella y podéis crear sufrimiento, es decir, el victimismo:

«No tengo poder. No puedo hacer nada al respecto. Estoy atascado en un pozo. No tengo ni idea de cómo me ha podido suceder esto a mí».

Si ésta es vuestra postura, podéis estar seguros de que lo vais a crear otra vez. O, podéis utilizar la suma total del viaje de los «doce» y decir:

«¿Qué es esto que he aprendido en este viaje del "doce"? Yo asumo la responsabilidad de mi vida ya que es mi propio diseño y mi propia creación. Durante este viaje he llegado a ver por qué he elegido ciertas cosas, aunque no me había dado cuenta de ello antes. Me vale porque me demuestra que mis pensamientos crean mi propia realidad y ahora entiendo cómo el viaje del "doce" me ha servido. No me entristece ni esclaviza lo que he descubierto. Puedo liberarme ahora».

Todos vosotros estáis pasando por este aspecto específico, estáis viviendo el final de la era de Piscis que está marcada en el calendario cósmico. En un futuro cercano desaparecerá el fondo. Estáis en el punto final, procesando y comprendiendo los entramados, en forma de patrones e ideas que conectan todos los aspectos del Ser, por los que habéis viajado.

 

Aquellos de vosotros que habéis procesado los entramados del sistema exterior, comprendéis ahora los entramados de vuestros propios sistemas, en el interior de vuestro cuerpo. Algunos de vosotros estáis ahora descubriendo que sois presos, atrapados en vuestra propia Torre Eiffel. Disolved vuestro confinamiento. Cuando os vayáis a la cama esta noche, visualizad llaves que cuelgan de las paredes de las torres en las que vivís.

 

Si os imagináis como presos, encerrados en cualquier aspecto de la realidad, también podéis imaginaros que haya llaves para abrir las puertas y que también haya nuevas vestimentas. Elevaos y sabed que podéis resolver aquello que parece ser una carga kármica. Si en estos momentos el karma os está pellizcando es porque tenéis que salir de la prisión que os habéis construido, inducidos por vuestra necesidad de castigaros o de sentiros avergonzados.

 

Todos estáis preparados para este gran momento de liberación. Imaginad que sois embajadores de luz, sintiendo el espacio y la vitalidad dentro de vosotros mismos y sabiendo que vuestros pensamientos han creado la energía que os mueve. Nuevos horizontes y vistas del mundo os esperan si los visualizáis e imagináis. Tenéis que visualizar estos momentos de felicidad; no pueden existir sin vosotros.


Una iniciación es un test mediante el cual aprendéis a confiar; soltadlo todo y cambiad. Cuando todavía sois pequeños y vuestras piernas aún son cortas, aprendéis a moveros con triciclo. Cuando sabéis manejarlo sin ayuda, os sentís muy orgullosos. Y cuando podéis manejar estas piernas tan cortitas y moverlas y aprendéis cómo manteneros encima del triciclo, la verdad es que os sentís muy realizados como corresponde a un niño de tres a cinco años.

 

Esto es una iniciación. Vuestras piernas van creciendo y ya sois demasiado grandes para este pequeño triciclo. Hoy en día, el mundo está lleno de gente en posición de autoridad pero que todavía está sentada encima de un triciclo. Nunca ha ido más allá del momento de conocimiento experimentado. Es gente que obliga a la realidad y a estas piernas tan largas a encajar en este singular momento. La iniciación consiste en permitiros entrar en este instante de expansión continua —comprar una bicicleta más grande y adaptaros a las crecientes necesidades de vuestro cuerpo—.

 

Debéis comprender que vuestro cuerpo no sólo crece físicamente. Crece mental, espiritual y emocionalmente hacia una existencia multidimensional. La clave es confiar en el proceso de crecimiento y cambio en todas las dimensiones de la realidad, con todas las versiones de vosotros mismos. La crisis con la que os enfrentáis es porque los líderes mundiales y figuras de autoridad siguen con su triciclo, dando vueltas a la manzana, perdidos en un entramado de creencias anacrónicas.


La iniciación supone hacerse con algo que es enorme y desconocido y luego convertiros en maestros de su manejo. La acumulación de todo lo que aprendéis a través del «doce» os lleva muchas veces a una crisis. ¿Por qué se produce esta crisis? Porque sois seres muy testarudos.

 

Porque os gusta decir:

«Me estoy expandiendo. Soy elevado. Soy abierto. Hago espacio dentro de mi cuerpo. Estoy preparado para el cambio».

Y luego aparecen los frenos.

«Así no, espíritu. Oh no. Así no, espíritu. No voy a cambiar. Quiero seguir siendo igual.»

No hacéis sitio para que las energías pasen a través de vosotros y así se atascan los agujeros del colador. Y se produce el contragolpe.


Si habéis visto alguna vez lo que ocurre cuando se rompe una presa, sabéis que hay que enfrentarse con un gran desastre. Pronto lo veréis. En vuestro mundo se derrumbarán algunos diques porque, como personas, habéis retenido la conciencia. En lugar de pasar la iniciación preferís quedaros en el triciclo. Tenéis miedo de montaros en una bicicleta más grande y caeros. ¡Soltadlo todo! Daos cuenta de que hay mucho amor por vosotros. La realidad fue diseñada por vosotros y vosotros podéis diseñarla de manera que os beneficie. La fuerza de la existencia se mueve en vuestra dirección con tal de llamarla.

 

Así que, cread una gran y bella sinfonía de cómo queréis que sea el mundo. No hay límites y esto es lo que la iniciación enseña. Podéis bajaros del triciclo y montaros en una bicicleta más grande e ir más deprisa y ver otro mundo. Como colectivo estáis creciendo para montar algo más grande, un vehículo que estáis empezando a imaginar. Tened compasión con los que tienen miedo de bajarse del triciclo de la vida.

 

Tened compasión, abrid vuestro corazón e invitadles. Enseñadles el camino, vosotros que tenéis el valor de ser embajadores de luz, porque estáis montados en un vehículo invisible.


No os ancléis en lo que hemos compartido con vosotros. No proclaméis nuevas Biblias de verdades basadas en nuestras historias. Estamos aquí para entreteneros y, como hemos dicho, para crear nuevas imágenes para construir peldaños de cara a escalar hacia aquello que está ahí fuera. Es un universo gigantesco, así que no debéis limitaros a reducirlo todo a una sola receta para hacer el pastel. Hay muchas maneras de ver la vida.


La encarnación del «doce» os dará la suma total de vosotros mismos. Aceptadlo y daos cuenta de que con la conclusión del «doce» comienza un viaje completamente nuevo. Este es el instante en el que os encontráis. Disfrutad cada momento como un momento de felicidad. Aprovechad la oportunidad de expansión continua que las diosas y dioses y todas vuestras versiones de vosotros mismos están enviando en vuestra dirección. Aceptad el encubrimiento de vuestra propia creación.
 

La suma total del «doce» también hace referencia a la idea de las doce bibliotecas.

 

Ahora mismo no podéis comprenderlo. No obstante, nosotros intentamos ofreceros una visión y una idea para que algunos de vosotros podáis empezar a crear estas librerías a vuestra manera artística; primero en vuestra imaginación y luego, a través de diversos medios, en el propio planeta. Vosotros elegís libremente la manera en la cual queréis convertir estas ideas en formas concretas.


Nosotros queremos que tengáis en mente que ahora mismo están despertando a la vida doce centros sorprendentes, inclusive la Tierra. Este momento se mueve hacia todas las direcciones conforme lo engrandecéis y lo exploráis y os atrevéis a escalar un nuevo pico de la existencia —insistiendo en que hay más— y todo ello se refleja también en cada aspecto del «doce».


Cuando estos doce centros del saber se reconecten de nuevo y formen una red energética de luz se habrá creado un nuevo mandala —una nueva «autovía» energética dentro del universo que vosotros habitáis. La historia del «doce» encaja en un círculo y, conforme la realidad se estira para completar más momentos, encaja también en una espiral. Cuando vosotros completáis un ciclo de «doce», se crean esferas o círculos de conciencia más grandes hacia los cuales evolucionar.

 

Vosotros tenéis dificultades en imaginaros lo infinito, así que os sujetáis a un círculo y lo dividís en doce partes iguales. No importa si lo llamáis luego zodíaco, calendario o reloj. Os es más fácil identificaros con este aspecto de la geometría porque os resulta más cómodo. Podríais moveros sin él; no obstante, en este punto de vuestra evolución, es ahí donde estáis aprendiendo a conocer vuestros propios ciclos y por eso, nosotros os enseñamos en este ruedo.

 

Toda la geometría está encerrada en el círculo, que es la clave de la espiral. Le ayuda a comprenderse a sí misma cuando conquista el momento.


Queremos recordaros que vivís en dos mundos. Aunque conducís coches, vais al baño, dormís, coméis y hacéis todas las cosas que hacen los humanos, no vivís en este mismo mundo. Habitáis en un mundo de conocimiento y habéis conseguido acceder a las reglas para establecer un puente entre ambos. También queremos recordaros que debéis energetizar la sensación de un mundo seguro.

 

Cuando comiencen a suceder las cosas que se han pronosticado, habrá muchos cambios, con eventos tumultuosos, pasmosos y sorprendentes. Sería una muy buena idea acudir a la sabiduría de los mayores, a los indígenas de todas las culturas, para escuchar las enseñanzas que pueden compartir. Estas hablan de estos tiempos y sus maestros han sido nuestros maestros. Ellos entienden cuando la Tierra habla.


Nosotros somos amigos de muchas creaciones de la existencia y os recordamos que los Maestros del Juego se lo pasan en grande entrelazando y orquestando realidades desde lejos, pero estando dentro de ellas. Despertad, queridos amigos, dentro de este sueño y realizad lo que es vuestro deber y vuestra responsabilidad como seres humanos; basándoos en lo que sabéis imaginad y visualizad un mundo seguro.

 

Lo que vosotros ordenéis será, y vuestra propia experiencia lo reflejará.


Os agradecemos el valor de avivar la llama de la fe, que es como la chispa de la vida que hay en el núcleo de vuestro Ser, y os apreciamos por explorar las fronteras de una vida llena de dicha en la cual hay significado y propósito. Procurad que esta llama crezca y que sirva de combustible para un viaje seguro y singular hacia áreas mayores de la existencia.
 


Ejercicio energético

Imagínate que estás de pie bajo el cielo despejado. El aire es fresco y vigorizante y el suelo bajo tus pies es sólido y firme. Respira profundamente y di: «¡Estoy vivo!» Céntrate en tu vitalidad y viaja al momento de tu imaginación, como si fueras un pintor de tu visión interior.


Visualiza delante de ti un antiguo círculo de megalitos y por un momento ábrete a la vibración de estas doce piedras majestuosas que están ahí, erguidas y dignificadas bajo el dosel del tiempo. Siente cómo las piedras hablan, haciéndote partícipe de la experiencia de su cometido como conciencia. Ellos han estado vivos y concientes a lo largo de grandes épocas de la existencia, siendo los huesos de la Tierra.

 

Acércate a una piedra, pon tu mano sobre su fresca superficie y escucha con tus células cómo espirales doradas pasan a través de la piedra y se adentran en tu «ahora». Pasa de gigante a gigante vivenciando a los doce y siente la tarea y la energía grandiosa que conserva cada una de las piedras. Toma esta energía y traspásala a ti hasta que los huesos de tu Ser estén llenos de espirales doradas.


Avanza ahora hasta el centro del círculo de piedras y planta una semilla que contenga una versión resplandeciente y gloriosa de la Tierra. Una versión en la que la Tierra es honrada y coronada por su gente. Utilizando tus conocimientos de la luz y tu intención, crea una chispa de la vida para activar la semilla. Observa cómo el círculo se ensancha y cómo la semilla crece conforme va despidiendo espirales doradas en todas las direcciones, pasando por las avenidas del «doce», sembrando una nueva Tierra.


Ahora, una voz con un tono familiar te habla:

«Nosotros somos vosotros. Viajamos sobre las espirales doradas del tiempo por los ciclos de las épocas de la existencia y nos dirigimos a vosotros. ¡Elevaos!»

Que vuestro viaje comience de nuevo.

 

¡Sed vosotros mismos!

 

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