por Eleonor Fritsman
y Martín Cottone
Cuando el núcleo de un
átomo es excitado por una fuente de energía exterior, tiene lugar el
salto quántico, que consiste en el paso de un electrón a otra órbita
con una carga energética mayor. De la misma manera, hay momentos en
el proceso de las sociedades, el planeta y el Universo en que la
energía acumulada genera una tensión excepcional e impone la
necesidad de una transformación.
Ya hemos hablado en ediciones anteriores de la estructura energética
del Universo. Hemos visto como todo lo que vemos es la manifestación
de campos de energía vibrando a distintas frecuencias. Los procesos
y transformaciones de la energía son la clave del funcionamiento de
la vida y del Universo. Todo cuanto acontece, desde los fenómenos
más elementales al interior del organismo hasta los procesos
cósmicos mas abarcativos y complejos, pueden ser entendidos como
diversos tipos de transmutaciones energéticas. De la misma manera,
nuestros pensamientos, intenciones y acciones son frecuencias
vibratorias que imprimen cambios en los patrones energéticos que dan
forma a nuestra realidad.
La Física Quántica explica que cuando el núcleo de un
átomo es excitado por una fuente de energía exterior, tiene lugar lo
que se denomina un “salto quántico”, que consiste en el pasaje de un
electrón a otra órbita con una carga energética mayor (recordemos
que los electrones giran en órbitas fijas alrededor del núcleo
atómico). De la misma manera podemos pensar que hay momentos en la
vida de las personas, las sociedades, el planeta y el Universo en
que la energía acumulada genera una tensión excepcional e impone la
necesidad de una transformación. Se produce entonces una
crisis que los impulsa a dar un salto hacia un nuevo estadio. La
medida en que la entidad en cuestión se resista a abandonar el viejo
estado, determina el grado en que la transformación será vivida como
violenta y penosa.
En la actualidad, la humanidad terrestre está siendo receptáculo de
grandes cantidades de energía en la medida en que el planeta se
encamina hacia un proceso de ascensión evolutiva. Como ser vivo en
proceso de evolución nuestro planeta va cambiando su patrón
vibratorio. Al ascender se aproxima a planos de vibraciones más
rápidas y sutiles y recibe por lo tanto una carga voltaica mayor.
Esto crea las condiciones para un salto cuántico en la conciencia de
la humanidad en la medida en que esta se halle en sintonía con el
proceso de ascensión. Es por esto que tanto se insiste en la
necesidad de una masa crítica de seres humanos trabajando
concientemente en este proceso.
Hoy más que nunca fuerzas provenientes de planos sutiles se
ponen a nuestra disposición y nos brindan el impulso necesario para
dar el gran salto hacia la transformación de nuestra sociedad
planetaria. Como seres humanos conscientes, dotados de libre
albedrío, tenemos la opción de resistirnos a este proceso de cambio
o trabajar activamente en él.
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